La Guardia Nacional sigue quedando a deber en su estrategia de vigilancia en el Estado, si es que la tiene.
Luego de que asumiera la seguridad de las carreteras, los problemas en las mismas siguen creciendo.
Al menos así lo denuncia la Federación Mexicoamericana de Transportistas en Guanajuato, que reporta un promedio de 8 robos diarios en los diferentes rutas estatales.
Al final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador queda claro que esta es una de las grandes deudas que deja.
Hace unos días advertimos el gran problema que están sufriendo las guarderías en diversos municipios del Estado, al ser ahora el objetivo de extorsiones.
Todo indica que lejos de desaparecer o siquiera disminuir, la presencia de este delito se incrementa cada vez más y aborda más sectores productivos de la entidad.
Celaya suma otro problema.
Podríamos decir que la gran mayoría de los problemas que ocurren en el municipio cajetero se deben a la inseguridad, pero no.
En realidad los grandes problemas celayenses se deben a la pésima administración municipal que han padecido, no solo en estos últimos tres años, pero que en este trienio se han recrudecido.
Ahora, a todo ello se suma la dificultad para encontrar mano de obra.
Mientras eso ocurre, recordemos que al menos las autoridades municipales se encierran más en otra realidad: la de su propia protección con recursos públicos.
El ejemplo ahora serán las nuevas camionetas blindadas que estarán por comprar.
Irapuato demostró los discursos contradictorios de Morena.
Esto luego de que los regidores por ese partido en el Ayuntamiento, no tuvieron empacho en votar a favor de incrementar las tarifas del transporte público, en algo que supone un serio desinterés por defender a los usuarios.
Ante tal decisión, la excandidata por la alcaldía, Irma Leticia González expresó su molestia, casi a manera de regaño a los morenistas.
Ello deja a ver que en un tema tan sensible como las condiciones y costos del pasaje urbano, Morena tiene posiciones contradictorias, incluso a sus supuestos principios.
El Ayuntamiento de la capital resultó ser una autoridad que no solo no promueve la cultura, sino que atenta en contra de ella.
Ya se había visto con el retiro de apoyos al Festival Internacional de Cine, que mejor optó por irse de Guanajuato que era una de sus dos sedes.
Ahora, por decisión del alcalde Alejandro Navarro, tomada ante el pleno del Ayuntamiento, se determinó cobrar al Festival Internacional Cervantino, el 11 por ciento de la taquilla de cada evento que lleva a cabo.
Hay que recordar que la administración ya recibe apoyos millonarios por las horas extras que le significa a parte del personal y a varios funcionarios los trabajos de seguridad, limpieza y alumbrado que se llevan a cabo durante el FIC.
Qué grave que la capital sea un municipio caracterizado no solo por su falta de apoyos a la cultura, sino por ir en contra de ella.
Qué lástima que el alcalde haya resuelto aplicar ese cobro, pero mucho más el silencio cómplice de todos y cada uno de los miembros del Ayuntamiento.
Habrá que saber qué piensa de esto la próxima alcaldesa, Samantha Smith, pues ella toma posesión el 10 de octubre y el FIC empieza un día después. Dicho de otra manera, ni siquiera le tocaría a Navarro aplicar el impuesto que pretende, sino a la nueva administración.