A tres años de haberse detectado una plaga por una planta acuática en el vaso de la presa de la Olla, el problema se ha agudizado, porque a Juan Carlos Delgado Zárate, director de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, no le ha importado resolverlo o no ha sabido cómo.
Delgado Zárate es un funcionario que forma parte de la administración municipal desde el periodo anterior, en la que lo único que hizo fue tratar de pasarle la responsabilidad de este serio problema a la Conagua, a través de una propuesta de solución, que resultó inaceptable para la autoridad federal.
Ante ello, parece que delgado Zárate se pasmó. Ya no supo que hacer, o simplemente no le interesó hacer algo, a pesar de que la plaga siga cubriendo cada vez más espacios dentro de la presa.
Lo cierto que haya sido por desinterés o por no saber que hacer, en ambos casos hay una grave responsabilidad de Delgado Zárate.
Lo más lamentable, por la irresponsabilidad y el cinismo que implica, es que Delgado Zárate considere que es probable que el problema no se resuelva en los poco más de dos años que le faltan en este segundo periodo al frente de la Dirección que le volvió a confiar el Ayuntamiento y que le ha quedado por demás grande.
Funcionarios que no sirven para resolver los problemas del municipio, deberían dar oportunidad a quien si los quiera y pueda resolver
Martínez Mendizábal, otra vez mal y tarde
El diputado presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables del Congreso local, David Martínez Mendizábal, una vez más llegó mal y tarde a abordar temas que directamente deberían ser de su interés.
Hace unos días se dió a conocer que se ampliaba el Fondo presupuestal de Atención a Víctimas.
La ampliación, de poco más de dos millones de pesos, evidentemente es insuficiente, y en eso coincidieron todos, desde el primer momento. Todos menos Martínez Mendizábal, quien al parecer se dio cuenta tarde.
Incluso se reconoció que la dotación presupuestal apenas resolvería los problemas de liquidez de la Comisión de Atención de Víctimas, por los siguientes dos o tres meses, de lo que tampoco pareció darse cuenta el diputado.
Lo grave es que un asunto tan importante, lo deje Martínez Mendizabal en unas cuantas declaraciones tardías y en ninguna acción concreta, a pesar de estar en el lugar que asigna los presupuestos de todos los organismos estatales.
