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viernes, abril 26, 2024

La UG por un lugar en el acopio de vacunas

Ante el reto que significa para todo el país garantizar la cadena de frío de la vacuna de Pfizer en contra del COVID -19, la Universidad de Guanajuato, apenas después de haberlo anunciado la UNAM, ha sido la siguiente que ha levantado la mano para garantizar el acopio de vacunas de la farmacéutica.

Sin duda el hecho abre la posibilidad de que el Estado sea considerado seriamente en la red de distribución y que los guanajuatenses puedan tener acceso al todavía no muy claro esquema planteado por la federación para lograr vacunarse.

En un esfuerzo de autoridades e investigadores de la universidad se ponen a disposición la mitad de sus 25 ultrarrefrigeradores y los recursos humanos necesarios, con lo que Guanajuato queda listo para recibir los biológicos.

Se trata de una de las tantas expresiones de solidaridad y comprensión de la pandemia de la Máxima Casa de Estudios del Estado.

Ahora solo falta que no haya pretextos para la adecuada distribución de la vacuna y que este paso sirva para que la fría relación que guarda la Federación para con el Estado se distienda, aunque sea un poco.

La capital un patrimonio amenazado

David Jiménez Guillén, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en el estado, tiene toda la razón al señalar que desde que la ciudad fue declarada como patrimonio de la humanidad, hace 32 años, dicho patrimonio ha estado constantemente amenazado por la proliferación de obras irregulares.

Aunque le faltó al arquitecto, su comentario se quedó corto, pues igual el patrimonio de la humanidad ha sufrido graves daños por obras regulares, por obras autorizadas por la misma autoridad, el caso más notorio y que sigue en litigio es la llamada segunda etapa del Hotel Casa Colorada.

Sobran ejemplos de obras perpetradas por la autoridad municipal, en algunos casos apoyadas por el gobierno del estado, como fue durante el ya lejano gobierno de Eduardo Romero Hicks, cuando se le ocurrió convertir la Presa de San Renovato en playa urbana, quedando finalmente la presa en una especie de fosa de clavados.

A Luis Gutiérrez Márquez, en el trienio 2012 a 2015 le corresponde la agresión al parque Florencio Antillón y en la pasada administración se cuenta con las ocurrencias que permitió el entonces director de Desarrollo Urbano, Carlos Morrill, para que se construyera una gran casa en la zona de la panorámica con vista al antiguo acceso a la ciudad, el callejón del Tecolote.

Y en la actual administración se cuenta por ejemplo el convertir azoteas de viejas casas de la ciudad en tarrazas, en antros al aire libre, entre estas la azotea de la Casa del Intendente Riaño, en donde por instrucciones precisamente del INAH se tuvo que retirar una estructura de metal que se había colocado, parte del negocio en el que se sabe participaba el hijo del alcalde Alejandro Navarro, Saúl Navarro.

En esta administración igual son muy criticables las ampliaciones de las instalaciones del funicular, obras regulares, del negocio propiedad del exalcalde Eduardo Knapp Aguilar.

Por lo señalado, el patrimonio de la humanidad no solo está en riesgo porque los ciudadanos se saltan a la autoridad y realizan obras sin los permisos correspondientes, sino que también hay que cuidar a las autoridades de los permisos que otorgan, pues no es raro que esos permisos atenten contra el patrimonio que están obligados a proteger.

Por eso es un hecho que el arquitecto Jiménez Guillén se quedó corto en su declaración, por lo que es necesario que crezca la conciencia de cuidado del patrimonio no solo entre el ciudadano común sino también entre la autoridad municipal.

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