Tras la determinación del órgano interno del PAN de que en la contienda por la alcaldía de León, el próximo año, ese partido irá con una candidata, la diputada Libia Dennise García se apuntó.
La declaración de Libia era algo que se esperaba. En mucho sentidos había construido una ruta hacia esa precandidatura, como lo ha hecho ya otra mujer: Alejandra Gutiérrez.
La decisión panista reconfigura su propio mapa electoral, dando paso a candidaturas de mujeres en municipios del corredor industrial, como son León e Irapuato.
Sin embargo, pareciera que Libia equivoca las razones para celebrar, pues lo hace asumiendo que la determinación de su partido obedece a que “las mujeres hemos demostrado talento y capacidad”.
Las mujeres no tenían que demostrar algo ante alguien, simplemente necesitaban que en esos espacios también se rompiera el monolito del machismo político que ha predominado en nuestro país.
Aunque tarde, qué bueno que ahora ocurre también en el PAN.
Demeritar instituciones, el otro trabajo de servidores públicos
“Los litigios mediáticos de la señora doctora no los entiendo ni los comparto. Es una autoridad que viene a señalar a autoridades estatales y no veo yo su aportación, ni de la FGR, ni de una unidad de investigación de delitos que es de todos los mexicanos. No los veo”, se lanzó ayer el diputado federal, Jorge Espadas al hablar sobre Karla Quintana Osuna, Comisionada Nacional de Búsqueda.
Dejando a un lado y no por eso menos importante y grave la forma en que el diputado se refirió de una mujer que tiene un cargo público y que además cuenta con un grado profesional alto, lo único que quedó claro es que según el legislador, la Fiscalía General del Estado en Guanajuato podría hacer cualquier cosa.
Contrario a lo que dice el diputado federal, la FGE sí está obligada a informar y no diputado, no a ustedes, ni a los medios, ni tampoco hacerlo de forma pública, pero tiene un deber con las familias que son víctimas de la inseguridad que los gobiernos nos han podido frenar.
No vamos a defender el trabajo de la comisionada, pero a diferencia del personal de la Fiscalía, que poco vemos, Quintana está en los barrancos y a un lado de las familias, los mismos colectivos señalan que ha sido por la CNB que se han sentido acompañados.
Venir, demeritar, señalar y además comparar fosas con cáncer, fosas con shows mediáticos, fosas con golpeteo políticos, fosas con la batalla PAN vs Morena deja muy claro la seriedad con la que toman como servidores públicos un problema de inseguridad que duele a los muertos, a las víctimas, a las familias y a todas las personas que despiertan sabiendo que a unas calles hay un tiradero de cadáveres.
