Hasta hace poco tiempo, los desaparecidos en Guanajuato permanecían desaparecidos y no necesariamente porque no se localizaran, sino porque poco se hablaba de ellos, eran una estadística sin reconocerse.
Los casos estaban ahí, y tan estaban que desde hace 3 años el número de carpetas de investigación por ‘personas no localizadas’ está por encima de los 2 mil anuales. Pero no se exponían en redes sociales y no había activistas, ni familiares que gritaran y exigieran la búsqueda.
Según la Fiscalía General del Estado, el 93 por ciento de las carpetas de investigación por personas ‘no localizadas’ se resuelve, y las personas vuelven sanas y salvas con sus familias.
¡Qué bueno!, pero resta ese 7 por ciento, que pesa y que cala y que hace que en cada una de esas familias se sienta una ausencia imposible de llenar y también la angustia que provoca que las autoridades no resuelvan o no ayuden.
Los legisladores poco han hecho. Para empezar, desde hace 2 años que deberían tener lista la Ley General en Materia de Desaparición y no, no está y tampoco se ve para cuándo; a eso hay que sumarle que también se pidió que se elimine el concepto de ‘no localizados’ para que las investigaciones puedan fluir mejor y se puedan judicializar carpetas, pero no, tampoco por ahí han ayudado.
Los agentes del Ministerio Público siguen revictimizando, a decir de los familiares de personas desaparecidas, y aunque sí, es muy probable que la mayoría de las carpetas se resuelva, muchas todavía quedan pendientes.
Es necesario que las autoridades tomen más en cuenta a los familiares de las víctimas, que investiguen y que ayuden a dar con aquellos que no están.
Crece violencia contra ellas
Violencia familiar, la violencia de pareja, violación, acoso u hostigamiento sexual, abuso sexual y feminicidio son algunos de los delitos que se cometen en Guanajuato.
Y aunque Guanajuato se encuentra en la media nacional, pues durante 2019 se registraron únicamente 18 feminicidios -aunque muchos más homicidios de mujeres-, es necesario que se ponga más atención en la violencia que ellas padecen.
En 2014, el colectivo Las Libres solicitó que se declarara la ‘Alerta de Género’ para Guanajuato, luego de que la violencia feminicida comenzara a incrementar. En aquel entonces la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal negó esta solicitud.
Ahora, la violencia contra las mujeres creció, se volvió mucho más sistematizada y recurrente; pero tampoco se vislumbra ninguna declaración de ‘alerta de género’.
La violencia creció pero también las voces para defenderla, las voces que dicen ‘¡ya basta!’ y que se organizan y buscan un cambio positivo. Tal vez, si se hubiera declarado entonces la alerta de género que se solicitaba, se hubieran tomado medidas pertinentes que nos permitirían no tener hoy esos índices… pero sólo tal vez.
Qué bien que haya mujeres reclamando un alto a la violencia.
