Le preguntamos a la dirigente de Morena en Guanajuato, Alma Alcaraz Hernández sobre lo que pasaba en el partido y cómo esperaban que la gente creyera en un movimiento donde ni ellos mismos se ponen de acuerdo. Para nuestra sorpresa, no hubo negativa, aceptó que lo que surgió como movimiento hoy uno de los partidos más poderosos del país atraviesa una crisis por querer el poder.
Vaya sorpresa la de ayer para el grupo político de Enrique de Alba (a quien por cierto ya habían regañado, por convocar a ruedas de prensa y hacer posicionamientos políticos sin permiso del partido) creyeron que iban a dar una denuncia en paz a los medios de comunicación, pero no fue así.
A quien acusaban, su dirigente estatal Alma Alcaraz apareció casi al final de la conferencia de prensa sin pedir permiso tomó una silla y se sentó a lado de Enrique, pidió una botella de agua y arrancó la defensa.
Sus compañeros o adversarios del mismo partido la acusaron de irregularidades en la asamblea de consejeros del domingo pasado, ella ganó en el distrito 9 que corresponde a Irapuato mientras vive en León. Con credencial en mano Alcaraz explicó que vive en Silao, municipio que abarca ese mismo distrito.
Sin más, Alcaraz se apoderó de la rueda de prensa y el resto, como Francisco Javier Zavala, militante de morena y exdelegado de educación no emitieron ni un solo comentario. Aunque incómodos, se quedaron ahí, viendo al infinito hasta que decidieron pararse.
Rafaela Fuentes, secretaria de Organización Política no los dejó pasar y no les quedó de otra que rodear la mesa y como pudieron salieron entre los reporteros.
Pese a los desencuentros, Alcaraz aseguró que Guanajuato está mejor que otros estados en donde el domingo pasado hubo balazos, heridos o asambleas canceladas. Esto es Morena.
Mala redacción eliminaría besos y abrazos en el Congreso
Otra polémica se desató en el Congreso del Estado, ahora fue por la presentación del Código de Ética donde les prohíben a sus trabajadores darse besos o abrazos.
El Código, que por cierto fue publicado desde el mes de febrero, apenas se hizo la presentación oficial ante gran parte de los empleados del Legislativo y de la ASEG el miércoles.
Bueno, en él se establece un artículo donde los besos y los abrazos son conductas que vulneran el comportamiento digno de los trabajadores y por ello no puede realizarlas, al menos al interior del Congreso o del órgano fiscalizador.
Pero resulta que después, mediante un comunicado de prensa, la Junta de Gobierno y Coordinación Política señaló que propondrían a la Contraloría del Congreso que haga un cambio en la redacción para no generar ambigüedades.
En otras palabras, pretenden evitar que se malinterprete y dejan en claro que no están a favor de prohibir los abrazos y los besos dentro del Congreso, y que básicamente hay que hacer una corrección al documento que presumieron.
Ah, y no podemos dejar de mencionar que esta presentación del Código de Ética se dio después de que tres trabajadores del Congreso fueron despedidos por usar de manera inadecuada vehículos oficiales.
Hay que recordar que fueron detenidos en operátivos alcoholímetros en la capital, por manejar en estado de ebriedad por lo que de inmediato se les pidió la renuncia.
Estaremos atentos a ver si este Código de Ética realmente funciona y no se queda en el cajón como dijo el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Jesús Oviedo Herrera.
