Sin duda Morena ha crecido sustancialmente en el Estado, sin embargo, así como sus bases se han ampliado, también sus aparentes líderes, consiguiendo con ello varias versiones de su movimiento.
No solo se trata ya del eterno e irreconciliable pleito entre Alma Alcaraz y Ernesto Prieto, quienes pelean el liderazgo formal del Movimiento, sino que ahora hay quienes acusan de la intromisión directa del procurador del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, quien habría hecho maniobras para modificar el listado de género de las candidaturas, a fin de lograr que en Abasolo no vaya una mujer encabezando las listas para ediles de ese municipio.
El precio puede resultar alto para Sheffield, quien parece más atento a los consumos electorales que a los comerciales que atiende o debería atender su dependencia, pues en esos arreglos hubo de pactar un daño colateral: el cambio de género en la candidatura de la capital, que pasaría a estar encabezada por mujer, dejando de lado a un incondicional de él: Beto Loya, quien parecía dispuesto a jugársela por tercera vez.
Todo indica que con los tiempos de elecciones, llegaron los de traiciones.
La capital se está quedando sin agua
Una vez más, como cada año, la incertidumbre del abasto de agua potable se cierne sobre capital del Estado.
Caracterizada por un precario suministro que depende de tres pequeñas presas urbanas y una batería de pozos en la zona sur, colindante con la presa de La Purísima, Guanajuato queda a expensas cada año de la captación de agua pluvial.
Ahora ha sido el alcalde Alejandro Navarro quien ha anunciado lo inminente de hacer cortes de agua para poder estar en condiciones de administrar las reservas.
A decir del alcalde, se requieren menos de 4 millones para preparar la infraestructura que garantizaría mejores condiciones de abasto, incluso tal vez, evitar cortes en una época en la que la el agua potable es aún más necesaria, pues es una de los principales elementos de que disponemos para combatir la pandemia.
Ahora, ante la crisis, habrá pensar de dónde saldrá ese dinero y cuánto tiempo tomará preparar las adecuaciones necesarias.
Una vez más, la marca de la casa: improvisando de última hora.
