Las mujeres en Guanajuato están abortando “con o sin permiso” de los legisladores. Y es que aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya señaló que no se puede penalizar la interrupción voluntaria del embarazo, por desgracia en esta entidad todavía hay que recurrir al misoprostol con procedimientos “caseros”.
La prueba está en que la Red de Acompañantes del Bajío ha orientado y ayudado a 120 mujeres que han decidido poner fin a su embarazo, de enero a agosto de este 2023. Otras once más, han recurrido a alguna institución de Salud Pública donde sólo se practican si se “justifica” el procedimiento a causa del abuso sexual.
Es terrible que los conceptos morales de los legisladores, actuales y pasados, estén obligando a muchas mujeres a abortar en casa, con la zozobra de que algo pueda salir mal y no tengan la confianza y libertad de acudir al médico después para revisarse; o bien, que solo algunas privilegiadas puedan ir a clínicas en otros estados para practicarse un aborto legal y seguro.
A los legisladores no les importa el bienestar social, pues si fuera así, escucharían a muchas que han querido o quieren abortar.
La legalización de esta práctica no implica que sea una obligación hacerla, sólo da la libertad de que cada mujer decida cuándo y cómo ser o no ser madre.
La tajante negativa de Romero Pacheco
Es común que en el cuidado de los enfermos, el desgaste físico y mental de los familiares que se encuentran en los nosocomios, orille a buscar una forma rápida de alimentarse.
Históricamente, al ambulantaje afuera de los hospitales, clínicas y centros de salud ha persistido como una solución rápida a alimentarse y estar cerca de los enfermos. Sería irrisorio pensar que los médicos enfermeras y directivos de los nosocomios no son parte de la clientela de estos establecimientos.
Sin embargo, en la insistencia de cumplir con los reglamentos, la autoridades suelen caer en actos del abuso del poder, perjudicando a los comerciantes que solo busca obtener ganancias para su sobrevivencia.
Es claro que los reglamentos apoyan al orden, o en principio ese sería el objetivo, sin embargo, más allá de la apertura a la revisión o modificaciones de estos, el secretario de Reactivación Económica de León, Guillermo Romero Pacheco responde con un tajante “no” a las peticiones de los comerciantes de las clínicas T1 y T48 de brindar la oportunidad de regularizar un permiso, aun después de 20 años de estar en esas zonas.
Sin duda, las autoridades debe de trabajar en la constante evolución de las condiciones y buscar soluciones y acuerdos óptimos para la operatividad del comercio, y más cuando lo único que los comerciantes piden es trabajar.
Responder con una negativa, solo demuestra la falta de empatía de las autoridades por no abonar a mejorar las condiciones de la ciudadanía que solo quiere tener una mejor calidad de vida.