Los municipios del corredor industrial de Guanajuato están listos para invertir en el acueducto que promete llevar agua desde la Presa de Solís hasta León.
Sin embargo, la falta de detalles concretos genera incertidumbre, especialmente tras el fracaso del Zapotillo, que quedó en promesas incumplidas y nunca avanzó.
Tuvieron que pasar otras administraciones estatales y federales para que se diera luz verde a este “Plan B“, que busca asegurar el abasto hídrico.
El secretario de Finanzas, Héctor Salgado Banda, y la gobernadora Libia García Muñoz Ledo han asegurado que no se escatimarán recursos, incluso considerando endeudamiento público.
La cifra proyectada, 15 mil millones de pesos, sin embargo municipios como Irapuato, Salamanca, Celaya y León destacan que invertirán.
Las promesas de dotar de agua a León lamentablemente han terminado en el limbo administrativo como ocurrió con el Zapotillo, por lo que es urgente que este sí se consolide.
El tiempo apremia. Guanajuato necesita agua, pero también claridad. Las promesas ya no bastan. Se requiere voluntad política, compromiso financiero y, sobre todo, una ejecución transparente para que este Plan B no sea solo un espejismo más.
Tiempos complicados
La alcaldesa, Lorena Alfaro García reconoce que son tiempos complicados en materia de seguridad, sabe de su responsabilidad al asegurar estar consciente de la responsabilidad que asumió, el problema es asumir que lo que se trabaja se hace bien, porque al menos las familias de las más de veinte comunidades asentadas al norte del Municipio, no piensan los mismo.
No podrían hacerlo, ya que no solo se trató de mensajes, se trató de víctimas de homicidio que se registraron en estos lugares justo por esos días
Los ataques armados siguen, las víctimas de homicidio doloso se suman al igual que aquellas víctimas de desaparición; las extorsiones son un secreto a voces entre los comerciantes y los contados aseguramientos o arrestos son mínimos y más que presumidos.
Pensar que se ha hecho un buen trabajo es lo grave, ya que la alcaldesa está convencida y no dará apertura a cambiar la estrategia de seguridad, encabezada por una Secretaría con certificaciones pagadas.