La creación del capítulo Guanajuato de la Fundación UNAM, no tendría porqué estar envuelta en polémica, sin embargo lo está.
La participación de Lourdes Cásares Espinosa como secretaria del Consejo Directivo del capítulo de la fundación en el estado desató una serie de críticas y protestas de egresados de la UNAM, que llegaron hasta Ciudad Universitaria.
Cásares Espinosa fue presentada oficialmente como “activista por el beneficio social, por erradicar la violencia y la desigualdad contra las mujeres y las niñas. Escritora y editorialista de medios de comunicación”.
Sin embargo también es recordada como una activista de ultraderecha y quién organizara la quema de libros de biología de la SEP, en plena Plaza Principal del León en el 2009, entre otras cosas, por lo que su nombramiento no cayó bien.
Si bien la UNAM es la resonancia de todas las voces, su representación debe ser la del conocimiento y el respeto a la otredad, lo cual no parece ser parte de la hoja de vida de Cásares. Esto es, la Universidad Nacional no puede estar siendo representada por su antítesis.
Afortunadamente, la reacción institucional no se hizo esperar y antier Cásares presentó su renuncia.
Como diría Juan Gabriel: pero qué necesidad…
El PRI, un dinosaurio en extinción
Todos los partidos políticos tienen una estructura anacrónica, pero tal vez ninguno como el PRI.
Cuando parecía que el tricolor había aprendido la lección, tras perder el poder en el 2000 y regresar 12 años después, nos dimos cuenta que no. El PRI no regresó al poder para gobernar, sino por los privilegios que han sacado de su mal ejercicio.
Ahora se está quedando solo y cada vez más aislado. Morena no solo le arrebató buena parte de sus banderas sociales, sino también a algunos partidos satélites, como el Verde.
Pero eso no es todo. El escenario se sigue complicando para los priistas.
Con un dirigente nacional sumido en infinidad de escándalos que ha tenido que recurrir a amparos para que no se difundan más hechos que suponen una red de corrupción, y en medio de una pretendida alianza opositora que se resquebraja, porque nadie quiere cargar el lastre que significa el otrora partidazo, el PRI puede acabar por perder su registro nacional y convertirse en un partido regional, en el mejor de los casos.
