Todo hacía suponer que la experiencia política que había adquirido Lorena Alfaro, la llevarían a encabezar un buen gobierno en Irapuato, sin embargo la realidad está resultando muy diferente.
Obvio que el desgobierno que vive ese municipio no solo es culpa de Alfaro, hay corresponsabilidad del cabildo, aunque la gran complicidad es externa y viene del principal aliado de la alcaldesa: Luis Alberto Villarreal.
Villarreal, convertido en su principal asesor, es quien la ha convencido de incumplir los acuerdo sobre la seguridad de los estudiantes, llegando al extremo de ni siquiera recibirlos.
Todo indica que Villarreal ha sugerido a Lorena no involucrarse en asuntos de seguridad del municipio, pero eso no ha funcionado, pues solo ha dejado ver la falta de empatía ante el brutal ataque de la Guardia Nacional a alumnos de la Universidad de Guanajuato, que ocasionaron la muerte de Ángel y heridas graves a Alejandra.
A todo ello hay que agregar que la idea de mano dura ante la marcha feminista acabó causando una gravísima represión.
La ventaja que tiene Lorena Alfaro es que Villarreal no solo le causa problemas, sino que también le vende soluciones.
Una prueba de lo anterior es el acomodo que acaba de hacer el exalcalde de San Miguel de Allende, al colocar a Ricardo Benavides Hernández, quien fue secretario de Seguridad Publica en épocas de su hermano Ricardo, al mando ahora de la fuerza pública fresera.
Los bajos sueldos de Guanajuato
Guanajuato, la sexta economía de México tiene un serio problema: persisten los sueldos bajos.
Desde siempre se ha presumido al estado como una entidad pujante en materia de empleos y desarrollo industrial clave para el crecimiento del país, un lugar cuyo posicionamiento geográfico se hace atractivo para la llegada de más inversiones, sin embargo, ello no se ve reflejando en el bolsillo de los trabajadores.
De acuerdo al IMCO, en promedio, los guanajuatenses tienen un sueldo de 7 mil 172, colocándose en la posición 19 de las 32 entidades federativas en esta materia.
Con anterioridad, incluso la iniciativa privada ha reconocido que el bajo salario que los guanajuatenses tienen; aunando a que es necesaria la capacitación de los mismos para que la remuneración sea mayor.
Sin duda hay un gran reto para las empresas y para los gobiernos en la generación de mejores salarios y de mayores oportunidades para su población, y el reto es mayor y urgente en atender ante el panorama desalentador que hay por la inflación histórica por la que pasa el mundo y el país.
