Hoy es el día doce de la reactivación económica, en la que sólo giros y actividades esenciales pueden retomar labores. Entre ellos se encuentra el sector industrial, uno de los más importantes para la economía de Guanajuato.
Son sólo doce días y ya hay temor por brotes de coronavirus dentro de parques industriales y ensambladoras. Los ejemplos son el Parque Stiva en León y General Motors en Silao.
Las industrias a este nivel cuentan con recursos económicos, humanos y materiales para garantizar medidas higiénicas a sus trabajadores: muchas tienen transporte privado, y el equipo de seguridad que utilizan los empleados implica el uso de cubrebocas, caretas o lentes de seguridad, además de que se encuentran en espacios generalmente amplios. Aun así, los brotes parecen ser un hecho.
Teniendo en cuenta esta referencia, ¿qué les espera a los empleados de empresas pequeñas y medianas?
Hablando de la responsabilidad empresarial, la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG) ya reconoció que no todos los empleadores han cumplido con escalonar horarios con el objetivo de proteger a sus empleados en el transporte público.
Ojalá los empresarios puedan tomar algunas precauciones y medidas extraordinarias, porque de generarse brotes dentro de sus empresas, no podría descartarse un nuevo cierre que vuelva a congelar la economía.
La atención de la violencia de género no es una prioridad
Aunque la violencia en contra de las mujeres guanajuatenses se ha incrementado, las autoridades municipales han sido más que omisas, al no generar las políticas públicas para garantizar una vida libre de violencia.
La pandemia de coronavirus, que llegó para quedarse, ente otras cosas ha evidenciado que atender el problema de violencia de género no es una prioridad para las autoridades, a pesar del incremento que han tenido en los reportes por agresiones domésticas, sobre todo en contra de mujeres.
La directora del Centro Las Libres, reveló que solo 12 municipios cuentan con un protocolo de actuación e incluso un grupo de policías especializados para atender casos.
Sin embargo, a Las Libres, asociación especializada en la protección a los derechos de la mujeres, le consta que solo San Miguel de Allende y León, aplican de manera correcta el manual de actuación.
Guanajuato capital también cuenta con dicho protocolo, y su grupo especial de uniformados. Incluso recientemente se habilitaron dos patrullas de género, pero no sé conocen los resultados que han tenido.
En el resto de los municipios que tienen el protocolo, tampoco se sabe si se aplica de manera correcta.
A pesar de la exigencia de grupos feministas para que se garanticen sus derechos y una vida libre de violencia, las autoridades han preferido cerrar los ojos.
Sin duda la atención a la violencia de género es una asignatura pendiente e histórica que, aunque se resistan, los municipios tendrán que atender y solucionar.
Y, a pesar de no ser escuchadas, la lucha de la mujeres seguirá hasta ser tomadas en cuenta.
