Las Secretaría de Educación ha anunciado que estudian la posibilidad de que al menos parcialmente, se regrese a las aulas en las universidades.
El anuncio no deja de llamar la atención, pues en realidad nada ha cambiado en el año que llevamos en pandemia.
Si bien es cierto que hoy el mundo cuenta con varias vacunas para prevenir contagios de Covid-19, lo cierto es que las mismas no están a la disposición, al menos en el número que requiere nuestro país, para considerar que nos hemos librado de la enfermedad y su propagación.
De hecho el escenario no es alentador, pues lo que ha quedado de manifiesto es que cada vez que se reestablecen condiciones de convivencia, como en los periodos vacacionales, los picos de contagios han subido al grado de poner en una severa crisis al sistema sanitario, que por otra parte se encuentra exhausto tras catorce meses de lucha sin descanso en contra de esta enfermedad.
Si nada ha cambiado; si como sociedad hemos aprendido nada o muy poco frente a la pandemia, ¿entonces por qué cambiar la estrategia de educación a distancia?
MC, luz y sombra
Ajeno a alguna ideología o incapaz de definir alguna y por ende una propuesta sólida, Movimiento Ciudadano queda en la aparente comodidad de dar cabida a todos y todas.
Precisamente eso es lo que provoca contrastes enormes. Por una parte es el partido que ha abierto la puerta a Juan Pablo Delgado, como su candidato a la alcaldía de León y de Rubí Suárez Araujo a una diputación local.
El primero de ellos se convertirá así en el primer candidato a alcalde que abiertamente se ha declarado gay; mientras que Rubí será la primera candidata transgénero a una diputación en el Estado.
Por cierto, se trata de espacios que que antes ofrecía el PRD y que ahora ha decidido ignorar.
Por otra parte, el mismo MC ha “decidido” llevar como candidato a alcalde, pero en la capital del Estado, a Christian Ortiz, quien además ocuparía la segunda regiduría en caso de tener los votos necesarios y a Liliana Preciado, como primera regidora.
El primero habría sido colocado ahí para apoyar la candidatura de su amigo y expatrón: Edgar Castro, con quien se desempeñó como director general de Seguridad Ciudadana; y la segunda, según se dice en las dirigencias de algunos partidos, por el propio Alejandro Navarro, para evitar que ese lugar lo ocupara Paloma Robles, y con ello intentar obstaculizar su posible llegada a un lugar en el cabildo.
De ser ciertas ambas versiones, entonces MC tendría ciertamente un lado ciudadano; pero también otro al servicio de los intereses de los demás partidos y candidatos.
Así de obsoleto puede ser un partido que nació con las peores mañas del PRI y del PAN.
