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jueves, marzo 28, 2024

Salamanca sigue teñida de sangre

De muy poco o de nada ha servido la supuesta coordinación de autoridades para lograr mejores condiciones de seguridad en Salamanca.

Así se evidenció, una vez más, cuando alrededor de las 2 de la tarde del sábado pasado fue acribillado en la zona urbana de ese municipio Gilberto Muñoz Mosqueda, líder del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica, Carboquímica, Gases, Similares y Conexos de la República Mexicana.

La noticia de la muerte se extendió en redes sociales, al igual que la exigencia de una pronta y efectiva investigación.

Fallaron todos otra vez, empezando por la alcaldesa Beatriz Hernández, a quien le ha quedado enorme la responsabilidad de garantizar la seguridad de los salmantinos.

Apenas unas horas después del homicidio, apareció una manta en la que el Cártel Jalisco Nueva Generación se atribuía el hecho.

Queda ahora en manos de la Fiscalía General del Estado, a cargo de un Carlos Zamarripa cuestionado por los liderazgos del partido político al que pertenece la alcaldesa, por presuntos nexos con uno de los grupos delictivos más activos en esa zona de la entidad.

Lo cierto es que de este hecho, como de cada uno de los homicidios dolosos que ocurre diariamente en nuestro Estado hay unos cuantos responsables y muchas, muchísimas autoridades irresponsables.

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