La privatización de sectores públicos clave como la energía eléctrica, la banca, y las telecomunicaciones entre otros ha sido un proceso de décadas, impulsado por los gobiernos de centro y derecha, ha sido un camino sinuoso y con altibajos que ha demostrado tener beneficios.
A nivel federal la política y el discurso va en el sentido contrario e incluso la oposición ha cuestionado severamente que el Ejecutivo federal insista en que el Estado vuelva a administrar o a participar del mercado de servicios como las energías, caso “gas bienestar”, o la pretendida contrarreforma energética, por decir algo, estrategias que parecen llevarnos al pasado.
Y mientras a nivel federal se insiste en que el país no debe retroceder el camino andado en Guanajuato sí se busca a como dé lugar meterle freno al futuro y es que el Estado sí pretende participar en sectores que la iniciativa privada ha desarrollado muy bien, como es el servicio de transporte ejecutivo vía plataforma digital.
Sector para el cual ya existe un proyecto del Estado para incursionar con su propia plataforma digital y hacerle competencia a empresas como Uber, Didi y Wigo entre otras.
Este proyecto parece que activó la “mentalidad de tiburón” del diputado presidente de la comisión de Desarrollo Económico en el Congreso del Estado, Miguel Ángel Salim Alle, quien se puso creativo y anunció que el Estado también desarrollaría su propia plataforma de Hospedaje en Línea es decir que el sector público en guanajuato le entraría al negocio del hospedaje digital, que hasta hoy es netamente privado.
Aguas a todos los magnates de la tecnología, porque en una de esas el emprendedor legislativo, desarrolla un “Gto-Eats” o un “Guanafeisbuk”, para impulsar la economía local y el autoempleo y de paso sacar a las empresas extranjeras que, en su opinión, no benefician a los guanajuatenses…
Diputado, lo más sano -y como leonés debería saberlo- es aquello de “zapatero a su zapato”, que la iniciativa privada atienda el mercado y el Estado se dedique a regularlos.
El Congreso del Estado, listo para debatir lo resuelto
La Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso del Estado aprobó la metodología a través de la cual se discutirá la iniciativa del Partido Verde para reformar la Constitución del Estado, buscando con ello redefinir los conceptos de matrimonio y concubinato.
La idea del Verde es ahora sí acogerse a la Constitución Federal y a la Jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ambas de observancia obligatoria en todo el país.
Sin embargo hay algo especialmente preocupante en ello, la discusión sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo se dio hace años, y en la gran reforma sobre derechos humanos a la Constitución Federal del 2011 quedó claramente establecido que ninguna persona debería ser discriminada, entre otras muchas cosas, por sus preferencias sexuales.
De tal manera que impedir el matrimonio a dos personas, solo por ser del mismo sexo no solo es un acto discriminatorio, sino evidentemente inconstitucional.
Nuestros diputados y diputadas, no solo llegan más de una década tarde al debate, sino que se niegan a darse cuenta que el mismo ya se resolvió.
Por eso es que abrir la discusión, no parece de buen augurio, sino simplemente una forma de seguir pateando el bote, con tal de no reconocer esos derechos.
