En una época en la que la pandemia de COVID 19 nos ha hecho evitar las filas y los tumultos, en Salvatierra se tuvieron que concentrar decenas de personas, familiares de desaparecidos, para que les tomara una muestra de ADN, para incorporarla a un banco de datos de la Fiscalía General del Estado.
La localización de más de 60 cuerpos en una fosa clandestina, prácticamente urbana, en ese municipio abrió la posibilidad a muchas familias de encontrar a sus seres queridos en ella.
Obviamente todos debemos de exigir la presencia con vida de cada una de las personas que han desaparecido, sin embargo, la violencia sistemática nos ha impuesto otra realidad, una que es terriblemente cruda, pues reduce la esperanza de miles de personas a siquiera encontrar algunos restos de sus
seres queridos.
A Marko Cortés le ganaron los reflectores
El enojo de varios alcaldes de extracción panista en Guanajuato ante los recortes de diversos programas y fondos federales llegó al grado de que el alcalde de León, Héctor López Santillana, convocó a una rueda de prensa para explicar las repercusiones que está teniendo y tendrá en el próximo año este tema.
La reunión conglomeró a senadores, diputados federales, alcaldesas, presidentes municipales. Todos ellos, desde su posición de gobierno para exigir un trato diferente.
Sin duda el gran error lo cometió el lider nacional de Acción Nacional: Marko Cortés, quien sin formar parte de ninguna entidad gubernamental, sino estrictamente partidista, se sumó a este reclamo y hasta pretendió encabezarlo.
Cortés pasó por alto algo esencial: todos los que estaban ahí tienen sus argumentos para reclamar -de gobierno a gobierno- a la federación la trasmisión de menos recursos, excepto Marko, quien con su presencia distorsiona un reclamo operativo de cada una de las entidades gubernamentales que se reunieron, en un mero reclamo partidista.
