Tras las manifestaciones feministas del 8 y 9 de este mes, algunos diputados insistieron, como una manera de pretender justificar su trabajo, en aumentar las penas de ciertos delitos, como el de violación.
Fue el caso del perredista Isidoro Bazaldúa, que tras presentar esa propuesta hace unas semanas y llevarse a cabo mesas de análisis con expertos, entre los que destacaban magistrados del Supremo Tribunal del Justicia en el Estado, la coincidencia general fue que el aumento de las penas no incide en la disuasión de la comisión de delitos.
Nada nuevo. Eso se sabe hace mucho tiempo, sin embargo hay a quienes no se les ocurre otra solución y lo más lamentable es que con esas propuestas, creen que entendieron la movilización y el paro de mujeres, en lugar de estar proponiendo políticas públicas que de verdad disminuyan la violencia que diaria y que a todas horas sufren las mujeres en este Estado.
En Celaya no hay garantías
Varias fueron las personas que vivieron el pánico de presenciar los bloqueos del pasado martes en las carreteras aledañas a Celaya. Algunas otras incluso fueron víctimas del robo de sus vehículos, mismos que fueron incendiados.
Estos bloqueos carreteros fueron la respuesta del cártel de Santa Rosa de Lima a operativos que implementaron los tres órdenes de gobierno para lograr debilitarlos… obviamente sin éxito.
Si bien, los daños no fueron provocados intencionalmente por las autoridades, sí hay una corresponsabilidad pues estos operativos de seguridad -nada fructíferos- sólo terminan afectando a los ciudadanos y no a un grupo criminal.
Teniendo esto en cuenta, ¿no deberían las autoridades dar alguna garantía a los afectados por estos bloqueos?
Y no, no lo harán, pues a decir del oficial mayor del municipio de Celaya, no habrá ningún tipo de compensación o reparación del daño para los propietarios de los vehículos que fueron robados e incendiados.
Es decir, que no se dan garantías de seguridad y tampoco garantías por los bienes privados que se vieron comprometidos en un operativo fallido. O sea que son los ciudadanos los que pierden por todos lados.
