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sábado, abril 19, 2025

Susana y los dos géneros

Años y años de lucha de los colectivos LGBTIQ+ para lograr el reconocimiento a su libertad, dignidad e identidad sexual en Estados Unidos, quedaron enterrados con el decreto del presidente Donald Trump para que sólo se reconozcan dos géneros: masculino y femenino.

Esta medida retrógrada ha sido aplaudida por muchos políticos mexicanos, con ideologías igual de retrógradas y conservadoras, entre ellas la diputada panista Susana Bermúdez Cano, quien en una publicación en redes sociales comentó que está “a favor” de esta determinación del presidente Trump.

Preocupa que personas tan poco sensibles y comprometidas por los derechos humanos se encuentren en un puesto de poder, pero preocupa más que justamente Susana Bermúdez Cano sea la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en el Congreso Local.

Y que además, la postura de Bermúdez Cano contradiga la política de gobierno que la gobernadora panista Libia García ha dejado clara al crear la Subsecretaría para la Atención de las Personas de la Diversidad Sexual y de Género.

Por convicción y congruencia con sus valores moralinos, Bermúdez Cano debería dejar la Presidencia de la Comisión de Igualdad de Género, pues se trata de un cargo que tendría que ocupar una persona verdaderamente convencida de la lucha feminista y de la lucha de las comunidades LGBTIQ+, quienes han apelado fuertemente para que se reconozcan los derechos de aquellos que no se identifican ni con lo masculino, ni lo femenino.

Susana tiene todo el derecho de pensar como quiera, pero también tiene la obligación a ejercer su cargo público con base en la ley y en políticas públicas, y no lo esta haciendo.

Un candidato a fiscal contra los colectivos de búsqueda

Juan Manuel Álvarez González fue un polémico subprocurador de justicia hace varios decenas de años, y hoy es uno de los nueve precandidatos a ocupar la Fiscalía General del Estado, gracias a que actualmente es asesor del grupo parlamentario del PRI, quienes los propusieron.

Irónicamente, ni siquiera el partido al que asesora se la jugó con él, pues decidieron ademas hacer otra propuesta, y muy probablemente acabarán votando por quien les diga el PAN, aunque se trate de una tercera persona.

Sin embargo, Juan Manuel Álvarez se la creyó y ni siquiera se esperó para ver si forma parte de la terna que enviará, a más tardar pasado mañana, la gobernadora Libia Dennise García, y presentó el plan de trabajo que llevaría a cabo en caso de ser el elegido.

Lo que destaca de su proyecto, sin duda es la relación que propone con los colectivos de búsqueda, de quienes dijo: “hay que tener mucho cuidado (…) para que no haya exigencias más allá de las que objetiva y realmente son necesarias”.

Pocas, muy pocas declaraciones podrían ser más insensibles que esa, pues lo que los colectivos exigen a la Fiscalía es que haga el trabajo que tiene que hacer y localice a esas personas desaparecidas. Así de objetiva y real es la petición de estas agrupaciones.

Pero Álvarez González no lo ve así. Incluso al referirse a los apoyos económicos que reciben estos grupos, su propuesta es que no se les entregue más de lo que pueden comprobar, lo que se traduce en un desconocimiento absoluto del trabajo que desarrollan estas buscadoras.

Sería difícil encontrar a alguien con tanta insensibilidad, con cero empatía hacia los colectivos de búsqueda y con tal desconocimiento de la chamba para la que fue propuesto, pero el PRI lo encontró y el Congreso hoy, lo tiene como uno de los nueve candidatos a ocupar la Fiscalía General del Estado.

Si Juan Manuel Álvarez representa la visión priista de la Fiscalía, se extraviaron en algún mal momento del siglo pasado.

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