A Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores, le pareció importante visitar León, pero no porque hubiera temas a tratar de su encargo federal, sino para avanzar en su aspiración a la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.
Ebrard habló de todo, como cualquier precandidato. De todo, menos de la situación de nuestras relaciones con otros países.
No importó la urgente necesidad de garantizar los derechos humanos de los centro y sudamericanos que están migrando a nuestro país.
Tampoco fue importante revisar las enormes deficiencias administrativas de las oficinas de la Secretaría a su cargo en los municipios del Estado.
Mucho menos lo limitó a él y a otros funcionarios que se tratara de una día y horario laboral. Todos volcados en la precampaña de Ebrard. Todos preocupados que sus fotógrafos captaran el momento en el que “su” candidato se bañaba de pueblo y probaba una “guacamaya”.
Todo esto no es cosa menor, pues evidencia un enorme desaseo de la función pública y hace ver a Marcelo como un político viejo, que no es capaz de aprender maromas nuevas.
Villagrán, un gobierno para el huachicol
La Sedena anunció ayer el hallazgo de una toma clandestina de combustible en Villagrán.
Podría pasar como un hallazgo más, en una zona donde abunda este manera de robar gasolinas a partir de la riesgosa perforación de los ductos por los que Pemex conduce tales fluidos, pero el caso muestra un detalle adicional que preocupa sobremanera: la toma clandestina estaba en un terreno municipal en el centro de la zona urbana del municipio, según lo manifestado por el gobierno federal.
Así todas las suspicacias caben. Desde pensar en una enorme irresponsabilidad del alcalde o de quien directamente debiera vigilar las propiedades municipales; hasta suponer que esa irresponsabilidad haya sido producto de que alguien no quiso hacer su trabajo.
Lo cierto es que tales acciones y omisiones facilitaron al crimen organizado para “ordeñar” los ductos que pasan por ese predio.
Lo grave sería que como resultado de un hallazgo con estas connotaciones no se generen las responsabilidades administrativas y penales de los implicados en ello.
