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jueves, abril 25, 2024

Trabajadores de limpieza, un eslabón primordial

Entre los servicios públicos municipales, uno de los más importantes es el de limpia y recolección de basura. Y en esta temporada de contingencia sanitaria su labor se ha vuelto vital para la eliminación del virus en espacios públicos y el acopio de desechos de pacientes con coronavirus que se encuentran aislados en sus domicilios.

Pese a la importancia de su trabajo para la contención de la pandemia, su labor no se ha visto tan reconocida como la de los trabajadores del sector salud -estos últimos tienen descuentos en algunas tiendas o supermercados, además de acceso fácil a las pruebas de COVID-19-, en el caso de la gente de limpia, eso no pasa.

Muchas veces se les ve como el último eslabón, y pareciera que también se les cuida como a un último eslabón. Aunque en municipios como León, Guanajuato capital y Celaya sí se les compró equipo especial para su protección, de manera general pocas pruebas se les han aplicado.

Esto se suma también a otros factores como la incredulidad de que el virus exista y lo estorboso de los equipos como guantes, caretas y cubrebocas para que los empleados de limpieza puedan realizar su trabajo de manera adecuada.

Afortunadamente no se han dado brotes en estos tres municipios, pero es importante que se tenga en cuenta su seguridad personal, y también que se reconozca la labor que ellos hacen.

La pobre lista para la Comisión de Búsqueda

Una convocatoria sin rumbo ni fin, sin los estándares mínimos, sin máxima difusión, sin los tiempos necesarios, dio por resultado una pobre inscripción para la encabezar la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, que ya de por si llegó tarde a la cita pública por el retraso de tres años en la armonización de la ley para atender la desaparición de personas en Guanajuato.

A excepción de José Gutiérrez Cruz, quien es criminólogo y se sumó al movimiento de los familiares de personas desparecidas en el estado, desde octubre del año pasado para fungir como acompañante en la lucha por encontrar a los ausentes. El resto de los interesados no tiene grandes laureles.

La figura de Jorge Guillén es la que más que tiene más notoriedad al haber sido, por cuatro meses, director de Acciones de Búsqueda de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, de septiembre a diciembre de 2018.

El otro es Eduardo Mota, quien no presenta los mejores antecedentes, al haber sido procesado administrativamente en Jalisco, por cometer anomalías en el tratamiento de cuerpos encontrados en Jalisco.

Hasta denuncias penales se presentaron en su momento por omisiones cometidas en un grupo de diez funcionarios, en el que estaba incluido.

Se trata apenas de seis inscritos dentro de una convocatoria que contempla una semana para inscribir, recibir documentos, publicar candidatos aceptados y hacer las entrevistas.

Es decir, siete días para definir el organismo encargado de atender un problemática que tiene un número indeterminado de años oculto, con un indeterminado número de víctimas a su paso. Un problema al que se le ha recetado una pobre respuesta.

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