Es inaceptable que en Guanajuato, las familias tengan que recurrir a un amparo para que las autoridades como la Comisión Estatal de Búsqueda haga su trabajo.
Asi es en el caso de Víctor Manuel Delgado Gómez, desaparecido en Irapuato el 4 de marzo, presuntamente por agentes de la FGE.
La Plataforma por la Paz y la Justicia tuvo que acudir al Poder Judicial Federal para exigir que se active una comisión especial de búsqueda, porque las instituciones no actuaron por cuenta propia.
El amparo sin duda es útil, pero su sola existencia es una muestra del abandono institucional que ha habido por años.
¿Cómo puede ser que se necesite un recurso legal para que las autoridades cumplan con su deber?
Peor aún, sigue sin esclarecerse si algunas desapariciones son responsabilidad directa de agentes públicos.
Y bajo ese contexto es necesario que si hay funcionarios involucrados, sean investigados, señalados y procesados y no haya encubrimientos.
Lo cierto es que cada autoridad que no actúa, también es cómplice.
Buscar a una persona desaparecida no debería requerir de presión legal, debería ser automático, urgente y transparente de lo contrario no solo seria negligencia, sería impunidad.
Ninos, niñas y adolescentes en Anexos
Los centros de rehabilitación para adictos, más conocidos como “Anexos”, siguen siendo una moneda de doble cara para todas las autoridades.
Por una parte, cubren la muy amplia necesidad social de alternativas para aquellas personas que están buscando salir de alguna adicción. Esto porque los gobiernos municipales, estatales y federal no están atendiendo tal problemática.
Pero por otro lado, cada uno de los Anexos lleva a cabo este trabajo con los recursos -a veces muy escasos- que aportan los familiares de los internos y con metodologías empíricas.
Por más que los propios administradores de estos lugares han pedido apoyo de los gobiernos, no han conseguido siquiera la regulación de los usos de suelo de los inmuebles que ocupan, ya no se diga seguridad, ni atención médica, mucho menos protocolos de tratamiento… nada.
A pesar de ello, los Anexos son tan necesarios que hasta las autoridades recurren a sus servicios. Al menos así lo aseguró Margarita Magdalena Aviña Bueno, quien es la titular de la Procuraduría Auxiliar de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (PAPNNA).
Aviña Bueno dijo, ante una comisión del Ayuntamiento leonés, que la Procuraduría a su cargo ha resguardado a más de 50 infantes y adolescentes en Anexos.
Aunque Aviña dice que el tratamiento que reciben las infancias es individual e interdisciplinario, eso no se puede constatar, al menos con la información hasta ahora proporcionada por ella.
Lo que si se puede comprobar es esta suerte de doble rasero de las autoridades frente a los Anexos: los ignoran y menosprecian hasta que los necesitan.