Se sabe que gobernar no es tarea fácil y en tiempos como los que vivimos, menos.
A pesar de las dificultades que enmarcan estas semanas, llama la atención la enorme disposición social, prácticamente de todos los sectores para realizar un pacto de unidad nacional que permita enfrentar la crisis sanitaria y económica que vive nuestro país, y que se agudizará en los días por venir.
La oferta sería extraordinaria en cualquier nación democrática, pero no lo es en México, al menos en el México de Andrés Manuel López Obrador, en donde el presidente decidió no sólo desoír a los empresarios, sino lo más grave: excluirlos de cualquier plan de salvamento económico, como el que urge y como el que están haciendo todas las naciones en respuesta a la inédita contingencia creada por esta pandemia.
En tiempos de crisis la voz de todos los sectores es importantísima, y atenderlos es un imperativo.
Incluir a unos no necesariamente excluye a otros. No es ricos contra pobres; ni pobres contra ricos.
Tampoco es salvar a los empresarios, lo que se pide es salvar a las empresas y con ello el empleo de millones y millones de mexicanos.
Gobernar no es excluir, sino saber cómo incluir. Ojalá en algún momento muy próximo lo entienda el presidente.
¿Retraso en atención del Hospital de Pemex?
Las dos primeras defunciones por coronavirus en Guanajuato ya ocurrieron. No en un hospital del IMSS, no en el Isapeg, las víctimas fallecieron en el Hospital Regional de Pemex, en Salamanca. Uno de los hospitales que menos población hospitalaria deberían tener en la entidad, pues atienden únicamente a quienes trabajan para esta empresa del Estado.
El personal médico del Hospital de Pemex apenas estaba siendo capacitado para tratar adecuadamente la pandemia cuando ingresaron los primeros pacientes con síntomas de coronavirus, al menos eso fue lo que denunció, al menos eso fue lo que dijo el presidente de la Alianza Nacional Demócrata de Trabajadores Petroleros, Juan Carlos Chávez.
Sería una grave desatención que quienes laboran en este hospital no hayan preparado al personal en tiempo y forma, previniendo desde hace varias semanas e incluso meses, que se supo que el coronavirus eventualmente llegaría desde China a México y que se trata de un padecimiento altamente contagioso.
Esto podría quedar de manifiesto si se considera que al ingresar con problemas respiratorios, con antecedentes de viaje reciente y siendo grupo de riesgo, no se les haya practicado una prueba de Covid-19 a ambos pacientes, desde un primer momento.
Aunque ambos fallecieron el domingo, sólo se pudo confirmar que el coronavirus había sido el responsable del deceso de uno. Es decir, puede ser que al segundo paciente no le hayan hecho la prueba de manera inmediata.
Los hospitales tendrían que estar listos para reaccionar de manera oportuna a la atención del coronavirus, para evitar la propagación, para darle una atención de calidad de los pacientes y para hacer pruebas oportunamente.
