El Hospital Estatal para la Atención del Covid-19 será habilitado hoy, y desde ayer que el Gobierno del Estado informó de la compra de material médico con valor de 189 millones de pesos, entre los que se encuentran 72 respiradores.
Estas son medidas que generan un poco de esperanza ante un panorama que no se ve nada favorecedor. Las cifras de contagiados por coronavirus aumenta día con día, y hasta las últimas horas de ayer, ya se contaban 25 casos confirmados, es decir un incremento de 6 con el día anterior.
Autoridades estatales y federales han coincidido en que lo peor todavía está por venir y que seguro habrá una fase 3, en la que miles de personas se contagiarán, abarrotando los sistemas de salud.
En León, hace unos días el IMSS expuso su vulnerabilidad. Los médicos salieron a exigir que se les garanticen condiciones de autocuidado, pues no tienen ni guantes ni cubrebocas para poder atender a los pacientes.
A nivel estatal las condiciones parecen ser diferentes. Que se adquieran insumos médicos y se abra un hospital especializado para tratar el coronavirus parecen marcar diferencia. Esta pandemia será la prueba de fuego… si el Gobierno del Estado lo logra, demostrará su fortaleza ante el Insabi, pero si falla, podría haber consecuencias fatales que afecten la vida de muchos guanajuatenses.
Acaparadores y oportunistas, la plaga sobre la contingencia
En épocas de crisis, la sociedad ha mostrado caras luminosas. Facetas donde la solidaridad abunda y aquellos que se muestran oportunistas (como el caso de algunos políticos), son repudiados justamente por sacar ventaja de una situación de apremio.
Pero tal parece que hay oportunistas en varios niveles, ya que hay quienes se esconden detrás de la frívola máxima de la “ley de la oferta y la demanda”, incrementado los costos del material médico, justamente por el incremento de su utilización en una contingencia sanitaria como la que vive el mundo.
Esas mañas, en sí mismas despreciables, se ven superadas por otro tipo de abuso.
En estos días de crisis, no solo de salud sino de economía ligada al cuidado humano, resulta que los tortilleros han denunciado que la contingencia sanitaria por el COVID-19, ha sido aprovechada por especuladores provocando que la tonelada de maíz se incremente más de un 50 por ciento.
¿Por qué el grano de maíz se tendría que ver afectado?
Para el presidente de la Federación de Productores de Masa y Tortilla en Guanajuato, Jaime Borrego Sánchez, la tonelada pasó de los 4 mil a los 6 mil 200 pesos como parte del efecto de los acaparadores de maíz, personajes que sacan raja de una inminente carestía.
Vale la pena repensar el análisis del líder de los tortilleros, quien sentenció que se tiene claro que el consumo humano se elevará, y al no convenir la compra de maíz amarillo importado por su precio, se genera mucha demanda de maíz blanco. Quienes lo tienen, suben el precio.
De ahí la ardua tarea, que no se resuelve con créditos ni grandes inversiones.
