“Le debemos una buena alcaldesa a León”, fueron palabras más, o palabras menos lo que dijo el síndico Christian Cruz para apoyar la decisión de la Comisión Estatal del PAN de que sea una mujer quien compita por la alcaldía en este municipio.
¿Quién se la debe a quién?, es la primera pregunta que habría que hacerle al síndico, porque su declaración se puede entender como si los ciudadanos tuvieran la obligación de inclinarse por una mujer, simplemente por una cuestión de género… ¿o el PAN se la debe a los ciudadanos? Y de ser así, ¿quién garantiza que el PAN gane la elección?
Más allá del desatinado sentido de la declaración, lo que dice Christian Cruz parece tener dos lecturas entre líneas: la primera es que León ya tuvo una alcaldesa pero por lo que el síndico da a entender, Bárbara Botello Santibáñez no fue ‘buena’ y la que llegue sí lo será.
Y en segundo lugar, lo que seguro Christian debe decir es que se resigna a no ser el candidato del PAN, pues a esta posición estuvo aspirando desde el 2018 y todo su trabajo desde al Ayuntamiento y su interés para hacerse notar justamente tenían como objetivo el 2021.
Ni modo Christian, suerte para la próxima.
Beatriz y los protocolos ‘de juguete’
Beatriz Hernández parece no entender que con la seguridad no se juega, y peor aún, buscar protocolos para salvaguardar a las y los ciudadanos no debe convertirse en un acto de discriminación.
De nada sirvió que más de una docena de periodistas se lo dejaran claro a la alcaldesa Beatriz Hernández Cruz, que aunque intentó crear un llamado Instructivo de Seguridad para Periodistas, este quedó en seis propuestas trabajadas solo con algunos reporteros.
Sí, el equipo que se encargó de convocar a los reporteros a participar en esta mesa, ayer a las 8:15 de la mañana “olvidó” convocar a uno de los medios que perdió recientemente a un colaborador a manos del crimen.
Se trata de El Salmantino que quedó fuera de la invitación formal que realizaron, prueba de ello está que ni la jefa de información del medio ni el gerente fueron convocados. Incluso en esta solidaridad que ha crecido entre el gremio guanajuatense otros compañeros preguntaron en el grupo de mensajes y no hubo respuesta.
En esa reunión con Hernández se solicitó expresamente que se acabara con el cierre de puertas al medio, pero una vez más no fue así.
Y lejos de esta diferencia que hace la autoridad con colegas que están realizando su labor, pareciera que ni la alcaldesa, ni su equipo de comunicación, ni de seguridad entendieron la gravedad del asunto. Un protocolo que salió en una horas y sin convocar al medio más afectado no vendrá a servir para prevenir y que no exista otro caso como el de Israel Vázquez.
