La violencia criminal de Guanajuato solo se redujo un tiempo. Aunque a partir de la detención del presunto líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, el tema fue eclipsado por otros más escandalosos, o bien, aquellos que se encontraron a su vez superados por los hechos de inseguridad, la verdad es que solo contrajo un tiempo el promedio diario de víctimas.
Luego de que se alcanzara una media de 13 asesinatos al día, la detención del presunto cabecilla se redujo a la mitad. Aunque seguía siendo una cuota alta, esta circunstancia surgió alrededor de la reactivación económica y de la perdida de empleos que provocó la pandemia de COVID-19.
Una vez que las actividades han comenzado a resurgir, los sector económicos nuevamente han padecido hechos de violencia como los asaltos violentos que vivió el restaurante oriental ubicado en la zona norte de León, o bien, el asesinato de un hombre en una marisquería del bulevar Juan Alonso de Torres.
Por ello, flaco favor se le hace a las empresas cantando victoria sobre una factor de violencia que venía afectando las inversiones mucho antes que la pandemia. Garantizar seguridad y tranquilidad para recuperar el estado de paz que presumía Guanajuato, sigue siendo una cuenta pendiente.
Al final, el hecho de que en quince días la lideresa de los restauranteros, Helen Anaya, es una de las opinadora recurrentes sobre los hechos de inseguridad y violencia que han resonado en medio de la reactivación, es una muy mala señal del escenario que se enfrenta con o sin emergencia sanitaria.
El terrible panorama del calzado
La Industria del calzado ha sido uno de los sectores que más se ha visto perjudicado por la contingencia sanitaria del COVID-19.
Este sector apenas comenzaba a ver una luz al final del camino tras la actualización del decreto arancelario, cuando la pandemia irrumpió la tranquilidad, con la detención de la producción del calzado a nivel nacional, y dejando el paso libre a su principal enemigo: la importación de zapato asiático.
Alejandro Gómez Tamez, presidente ejecutivo de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato o CICEG dio números terroríficos en cuanto a la pérdida de empleos y producción que vive este sector.
Dice que pese a que el numero de importaciones se ha reducido gracias al decreto, éste aún sigue siendo mayor al número de producción de calzado que se genera en México.
Por eso urgió a la reactivación completa de estos industriales; pues el pronóstico que hace el empresario zapatero indica que la estabilidad para el sector calzado estará generada entre el 2023 y el 2024.
El sector zapatero tiene retos importantes, por una parte la reactivación de la producción nacional, la generación de empleos y por otra hacerle frente a los precios del calzado importado que sigue teniendo terreno en los mercados nacionales.
Por cierto, ayer se dio a conocer la nueva edición de Sapica, un evento que da un respiro a los zapateros para hacer negocios y reactivar su producción.
Para muchos, las ansías de que se pase a amarillo el semáforo económico en Guanajuato es por ahora lo más esperado; con ello se permitirá que la producción se incremente, y para ello es necesario que no haya un rebrote en la entidad.
Vamos bien, se escucha, pero no hay que cantar victoria, se advierte.
