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jueves, marzo 28, 2024

Zapotillo: el cuento de nunca acabar

Hablábamos en agosto con el director de SAPAL, Enrique de Haro Maldonado sobre el enredo que pese a los años seguía siendo el proyecto El Zapotillo. Ahí en una entrevista, el funcionario nos explicaba que, aunque los dedos estaban cruzados para que todo se destrabe, ya tenían que pensar en una solución de abastecimiento de agua para León, y eso era: administrar por horarios el agua a los ciudadanos.

La polémica se generó tras la visita del titular de la SEMARNAT, Víctor Toledo que, de cierto modo se proclamó en contra de la continuación del proyecto. Igual nada cambió: mesas de trabajo, foros prometidos, charlas con los pobladores de Temacapulín y el proyecto ahí sigue, detenido.

Ayer llama la atención que en una rueda de prensa (virtual, por supuesto) el presidente de SAPAL, Jorge Ramírez Hernández dio pocas esperanzas a que el proyecto continúe.

Tampoco es novedad, el Zapotillo vienen arrastrando no solo un conflicto social grave, sino uno político, económico y jurídico que no puede solucionarse.

Aunque muchos digan que todo está en manos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador o ahí nos quedamos, Jalisco y León siguen sin dar pasos firmes ya no solo en un plan B, sino en uno C, D,E,F.

Ramírez mencionaba ayer que, aunque la presa ya se encuentre en un 80 u 85%, el acueducto (al que llamó el popote) porque es lo que traería agua a León le quedan de iniciarse, alrededor de 3 años para que esté concluido.

Por supuesto, nadie considerábamos la contingencia y que esto quizá le regale otro año más de atraso a un proyecto que pone en aprietos a la ciudadanía, a la que quizá en algún momento el agua ya no le llegue diariamente.

Para muestra del problema una tarifa de taxi

La emergencia sanitaria ocasionada por el nuevo Coronavirus sin duda que ha impactado no solo la salud de la población también la economía y el impacto es serio, no se trata sólo de una mala racha o una baja de ingresos como puede ser una temporada baja habitual, el golpe es profundo.

Hay quienes definitivamente fueron despedidos, o están en paro técnico con un sueldo mínimo, hay quienes están trabajando con la mitad de sus salario, y hay quienes han tenido que ingeniarselas tanto como en ninguna otra situación lo habían tenido que hacer para generar ingreso suficiente para el día a día.

Hay tiendas que ahora hacen sus ventas en línea, restaurantes que trabajan a un 15% de su capacidad, locales y pequeños negocios de comida que venden sólo para llevar o a domicilio, estrategias que en situaciones habituales son un plus ahora son la forma obligada para lograr una venta, un ingreso.

Son estrategias de mercado que ya se habían visto antes en diferentes giros, pero la verdadera magnitud del impacto al bolsillo de la gente debido a la inactividad social y económica muestra ahora un indicador que no se vio ni en lo que habían sido sus peores días, la tarifa del servicio de Taxi.

Incluso con la llegada del servicio de transporte ejecutivo, que dio un fuerte golpe a los ingresos de los operadores no fue suficiente para que las tarifas de este servicio diminuyeran y ahora a poco más de un mes, un grupo de taxistas en Celaya se unen, y reducen la tarifa a 40 pesos por viaje dentro de un radio de 4.5 kilómetros.

Hágase memoria y pregúntese cuando fue la última vez que los taxistas bajaron su tarifa, eso dará una idea de lo atorada que está la economía.

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