- LOS HOMICIDIOS EN LEÓN
- VIOLAR EL DERECHO A SER BUSCADO
- PENSANDO CÓMO MEJORAR
- UN DESPIDO POR DENUNCIAR ACOSO
- LAS BRAVAS DE LEÓN NO LEVANTAN
Los homicidios en León
Parece ser que para la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, la solución a los grandes problemas está en los pequeños detalles, pues según ella, la depuración de la corporación de Policía Municipal ha permitido una disminución en prácticamente todos los delitos.
Ella mejor que nadie, debe de tener las cifras de incidencia delictiva y estar enterada de lo que ocurre en el municipio, y es por eso que entonces resulta extraño que no se haya dado cuenta que algunos delitos, como los homicidios, van a la alza y para nada han disminuido.
El primer mes de este 2024 cerró con 82 homicidios dolosos en León y aunque febrero es un mes corto, aun y siendo bisiesto, todo parece indicar que también habrá una estadística negativa en cuanto a los asesinatos pues tan sólo ayer sábado se cometieron tres, incluyendo uno que se suscitó en el estacionamiento del Parque Metropolitano.
Un día antes, es decir el viernes, un hombre fue baleado y su estado de salud fue reportado grave, en un parque de Valle Del Real. Es decir, que los espacios públicos que las autoridades -durante varias administraciones-, han promovido con la finalidad de reducir la inseguridad, ya también se han vuelto escenarios de ataques violentos.
Ni la depuración de la Policía Municipal parece servir, pero lo malo es que la alcaldesa cree que sí.
Violar el derecho a ser buscado
Ya con la candidatura asegurada en búsqueda de la reelección a la alcaldesa Lorena Alfaro García, le dio por ni ver las recomendaciones de la Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato, dónde se acreditó que el secretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Benavides Hernández violó el derecho a la búsqueda de Jair Martínez, empresario que primero fue privado de su libertad y luego asesinado.
Si el mismo secretario que se supone es la cabeza de una Célula Municipal de Búsqueda para atender estos casos de desaparición.
Pero los hechos ahí resumidos en la resolución también ponen el tela de juicio el actuar de la alcaldesa, que preocupada aquel 13 de marzo por la percepción de inseguridad, mandó a decirle a la familia que bajará de redes sociales las fotografías y solicitud de apoyo para la búsqueda, pues había psicosis entre los irapuatenses.
Y sí, se refería a la misma psicosis que genera escuchar detonaciones de arma de fuego un día normal a las siete de la mañana, a las dos de la tarde o por la noche; la misma que sintieron los vecinos del profesor que fue asesinado en un asalto, la misma cuando encuentran restos en fosas clandestinas en una zona despoblada o dentro de un barrio de la ciudad.
Situaciones a las que ni la alcaldesa, ni Ricardo Benavides han dado respuesta, mucho menos una disculpa pública por obstruir una búsqueda, dónde la percepción era más importante que una persona.
Ya la alcaldesa dijo que la disculpa no será pública. Es decir, otra vez a tratar de querer tapar el sol con un dedo.
Porque las personas vivas aportan un voto, pero una vez asesinadas o desaparecidas, nunca existieron, como se pretendía hacer creer que no existieron las recomendaciones, cuando lo primero que debió haber hecho por iniciativa propia era salir a reconocer su error.
Pensando cómo mejorar
Recientemente el alcalde de Celaya, Javier Mendoza Márquez declaró que no visualiza solicitar el Mando Único pese a la violencia que ha sufrido la corporación de seguridad municipal.
Días más atrás el secretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini criticó que el gobierno de Celaya no separa de sus cargos a los elementos policiales que reprobaron los exámenes de control de confianza.
Pese a eso, ambos presumen que hay trabajo en conjunto, aunque no haya alertamientos en los operativos por parte de la FSPE a la hora de detensiones y eso deja un mal sabor de boca la sociedad.
La situación que vive Celaya no se debe de quedar en que “se está pensando cómo mejorar” como lo dice el alcalde, pues mientras buscan soluciones, el contexto de violencia continúa y parece empeorar.
Celaya como todo el estado, necesitan medidas urgentes que reflejen un combate efectivo contra la inseguridad y la violencia, sin embargo, el mensaje que manda Javier Mendoza parece una resistencia que no ayuda a mejorar el contexto.
A la ciudadanía no le interesa que nivel de gobierno atienda la inseguridad, solo que esa atención tenga resultados.
Un despido por denunciar acoso
Las protestas de un grupo de estudiantes de la UPN 111 en Guanajuato capital, no funcionaron para que la Secretaría de Educación de Guanajuato analizara a fondo las denuncias de acoso que se hicieron al interior del plantel en contra de su propio director.
Y es que un grupo de alumnos se mostraron solidarios ante el caso de una trabajadora; quien al recibir algunas denuncias de estudiantes por presunto acoso sexual, trató de canalizarlas sin que pudieran progresar. Después de esto, a la trabajadora le llovieron problemas: ella misma sufrió acoso por parte del director que la orilló a denunciarlo ante la Fiscalía y conseguir una orden de restricción.
Finalmente, su postura se castigó con la no renovación de su contrato, que cobró efecto al inicio de este mes.
En el comunicado que dio hace unos meses la SEG al respecto, asevera que lo ocurrido en la UPN fue meramente laboral, casi replicando la respuesta que dio el director. La SEG también afirma que aplicaron una encuesta al interior del plantel para detectar violencia, sin éxito. Durante la protesta en la UPN, la prensa buscó a las estudiantes que habrían denunciado los casos, sin que se encontraran entre las manifestantes. El error está en caer en que por esta razón, las denuncias no existen.
Y es que lo que ocurre en la UPN necesita un abordaje mucho más sensible por parte de las autoridades, que escuche los testimonios; pues al no tener un área de género autónoma, o cualquier otro órgano similar, es difícil que las estudiantes y trabajadoras sientan confianza de hablar, al carecer por completo de un contrapeso de quien es el máximo mando de la Universidad.
Las Bravas de León no levantan
El proyecto de la Liga Mexicana de Sóftbol ha resultado muy atractivo, los equipos bien armados y jugando a un gran nivel han atraído al público que está acostumbrado a seguir la pelota en el béisbol.
Sin embargo, en el caso de las Bravas de León, aunque tuvieron un inicio donde lograron pelearle a Charros femenil, después han tenido problemas para ganar sus juegos como visitantes.
Al momento no han logrado todavía conseguir esa primera victoria que los aficionados leoneses quieren ver, todavía no encuentran la fórmula para lograr mantener las ventajas y en las últimas entradas tratan de recuperar terreno perdido pero regularmente no lo han conseguido.
Después de siete juegos siguen tratando de sumar, ya esta última visita a la Ciudad de México fue desastrosa y permitieron 21 carreras, una defensa que se cayó en las primeras entradas del juego.
Para que el proyecto logre mantener a flote ese entusiasmo con el que ha participado la afición de León, necesitan tener un equipo que pueda ser competitivo, porque si bien las Bravas fueron una bocanada de esperanza para una afición que se ha acostumbrado a sufrir con los Bravos sin Playoffs, por como marchan las leonesas se podrían convertir también en un equipo que no aspire, aunque todavía hay tiempo de corregir el rumbo.