El pasado 16 de agosto miles de mujeres salieron a la calle en la CDMX a poner en relieve mucho de lo que viven. Hoy mueren 10 mujeres al día en nuestro país por actos relacionados con la violencia de género y 8 de cada 10 mujeres de más de 15 años en nuestro país, se sienten inseguras. Es indudable que existe una problemática social enorme y una deuda histórica con las mujeres, a las que les debemos todo: comenzando por la vida.
Mucho se ha hablado de la marcha y no precisamente por sus objetivos y lo que representa, sino por algunos actos vandálicos que se realizaron durante la misma.
Si bien es cierto me parece fuera de lugar vandalizar algunas construcciones y monumentos, lo cierto es que es triste que las mujeres tengan que salir a las calles a exigir y manifestarse para “ganar” lo que deberían de tener en igualdad de circunstancias que nosotros los hombres. Me parece lamentable que tengan que pedir lo que por derecho les corresponde. Es increíble que no podamos tener un equilibrio y siempre la mujer juega en desventaja. ¡Es inaceptable!
En nuestro país ser mujer es un hándicap en contra. Además, de ser casi seguro tener que enfrentar algún tipo de violencia durante su vida y por increíble que parezca, muchas veces en su propia casa o de su propia pareja sentimental. Igualmente, el trabajo es un lugar proclive para que la mujer reciba innumerables actos de violencia.
La violencia de género es muy distinta a otros tipos de violencia, pues además de la violencia en sí, esconde la mayor cifra negra que se da en cualquier manifestación delictiva en nuestro país. Las mujeres no denuncian la violencia en su contra por varias razones como la pena, la posibilidad real de ser re victimizadas, la propia cultura etc.
El informe Mujeres y Hombres en México 2018, elaborado por INMUJERES y el INEGI, marcan algunos datos escandalosos diría yo.
Vamos a comenzar la larga, larguísima lista de violencia de genero y desigualdad, con el tema laboral. En México, el sueldo mensual promedio de los hombres es de 4,446 pesos frente a solo 3,557 para las mujeres. La Tasa de Participación Económica (que mide la participación de la población en el mercado de trabajo) marca que es de un 77.5% para los hombres y las mujeres únicamente un 43.7%.
Hasta hace poco el Trabajo Doméstico no remunerado y de Cuidado de los Hogares no era considerado al hablar del Producto Interno Bruto. Ahora si se hace y la cifra es bastante reveladora: Equivale a un 23% del PIB. Es decir, el trabajo no remunerado de la mujer equivale a una cuarta parte del valor de la economía nacional.
Y resulta evidente que la desigualdad termina propiciando violencia. En México el 44% -más la cifra negra- de las mujeres en México han sido víctimas de algún tipo de violencia emocional, física o sexual por parte de su pareja a lo largo de sus vidas. Eso, además es un círculo vicioso, pues por diversas razones sobretodo de índole económico o cultural, no tienen la posibilidad de dejar la relación, por lo que la violencia se vuelve sistémica y termina muchas veces normalizándose. Por ello, es fundamental que las mujeres alcancen la igualdad de oportunidades económicas y laborales de forma tal que no tengan jamás porqué aceptar la violencia en casa.
Hay otros datos igualmente lamentables. De 2015 a la fecha suman más de 3400 feminicidios. De acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Precepción sobre Seguridad Pública -ENVIPE- 2013 a 2018 la sensación de inseguridad en las mujeres pasó de 74.7% a 82.1%. La violencia que ejercen las parejas, esposos o exparejas en un 64% está catalogada como “severa o muy severa”, así lo dice La “Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares”.
La desigualdad de oportunidades y la falta de políticas públicas que privilegien la igualdad real y de facto, es la que hace posible la violencia en todas sus formas.
La violencia en cualquier forma y hacia cualquiera es un comportamiento que se debe combatir y desterrar. Pero si además es contra la población más vulnerable y a la que más le debemos, es algo que nos debería de estar ocupando sin descanso hasta si erradicación.
¿Me parece que el vandalismo cometido durante la marcha estuvo fuera de lugar? No lo se, lo que si se es que las mujeres sufren todos los días por lo mucho que hemos dejado se hacer nosotros. Habrá que cambiar algunos cristales y limpiar y resanar algunos edificios y monumentos, pero sobretodo habrá que cambiar lo que hacemos para permitir que las mujeres puedan realizar su vida al menos con las mismas oportunidades que nosotros los hombres.
