Daniel Isaac Tejeda Martínez*
Hoy en día el gobierno se dedica a hablar con todos y todas y prometerles un sueño perseguido desde los albores de la izquierda en nuestro país, un cambio, una alteración del poder y una ruptura en un régimen corrupto. Juegan a ofrecer promesas por la posibilidad de no ser removidos del cargo en 2022, fruto de la revocación de mandato que se creara en los inicios del gobierno en turno, la promesa de la destrucción de la corrupción y el enriquecimiento ilícito, la promesa de un mejor mañana es lo que se vende todos los días a las 7 de la mañana con el jefe de estado de la nación del águila con la serpiente.
Parece peculiar el caso, sin embargo, desde ya podemos apreciar los estragos que causa el hacer promesas a diestra y siniestra sin saber el alcance de lo que se puede o no se puede hacer. En el presente, el gobierno de Morena se ha visto debilitado por estas promesas lanzadas por doquier y por la incapacidad del ejecutivo por realizar lo que se tenía planeado, sin embargo, las promesas y los mensajes de fuerza no paran, y el discurso –que se pudiera tomar como- oficial, se repiten, una y otra vez ¿Con qué motivo? Preservar el poder e influir en la posibilidad de ganar votos, dando la impresión de trabajar como loco día y noche cuando realmente no se hace más que tomar los programas ya existentes y cambiarlos de nombre, al menos en la mayoría de los casos.
Por el lado de la oposición no estaría seguro en ningún rubro como para decretar una verdad, pues no se puede juzgar algo que no se ve. No se ve la oposición que debería existir en un gobierno sano en el que la oposición debe actuar como contrapeso a las decisiones del partido de la mayoría, pero en lugar de eso nos encontramos con partidos que juegan a ser oposición y no desempeñan realmente su rol como tal pues, si bien se puede sentir apenas un ápice de esa presencia en el estado en el que estamos (Guanajuato), en el resto de la república esta supuesta oposición se ve un tanto traslúcida, pues las medidas que se toman no son en pro de los derechos de aquellos a los que podrían (por no usar deberían) servir: Los ciudadanos.
Así pues, aprovechándose de movimientos justos, intentan posicionarse como un reto para el ejecutivo en turno, no obstante, cuando es momento de tomar decisiones importantes, vuelven su posición inicial, contradiciendo sus propios comunicados en tiempo pasados.
De esta forma ¿Podemos culpar al gobierno de mentiroso? ¿Podemos decir que la oposición no existe?
No, pues en nuestro México mágico no nos queda otro camino que hablar de los matices que nos ofrecen los actores públicos y/o Políticos.
Entonces ¿cómo se denomina el ambiente de ser gobierno u oposición en México?
* Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública y Diplomado en Arqueología en México.
