Oracio Barbosa
Recientemente apareció una nota periodística anunciando que el Estado Mexicano está reservando cuatro yacimientos de litio. Esta nota toma interés porque es una decisión muy positiva por que con ello se cuida el potencial de explotación de ese metal. Los estados donde se concentran los yacimientos de litio son Baja California, Sonora, Chihuahua, Puebla, Zacatecas y San Luis Potosí, principalmente.
El litio es el tercer elemento de la tabla periódica, su símbolo químico es Li. Se identifica como un metal alcalino, suave y de coloración blanca-plateada. Es por supuesto el metal más ligero y es altamente inestable y explosivo con el oxígeno por lo que para su almacenamiento se utiliza aceite mineral. Su uso se encuentra, por ejemplo, en vidrios y cerámicos resistentes al calor, lubricantes y en la producción de acero y aluminio; pero quizá todo mundo en estos días lo relacione con las baterías para muchos dispositivos electrónicos móviles. Esta es la aplicación que esta tomando gran impulso y algunos señalan al litio como el oro blanco del futuro; de aquí la correcta decisión del Gobierno Federal.
La trascendencia del litio se consolidó al haber otorgado el premio Nobel a tres científicos por sus contribuciones para generar las baterías de litio. John B Goodenough, M Stanley Whittingham y Akira Yoshino compartieron ese premio en el año de 2019. Este elemento químico tiene solo tres electrones, dos de ellos están en la capa más interna del litio y uno que se encuentra sólo en la capa externa; debido a esta estructura fácilmente puede transportar electrones y estos tres científicos trabajaron independientemente e hicieron posible el almacenamiento de energía por más tiempo que el de cualquier otra batería de su tipo.
El trabajo inicial para el desarrollo de las baterías de litio se inició con la crisis de petróleo en la década de los los años 70. Whittingham fue quien propuso el uso del litio en baterías puesto que al tener un solo electrón en su capa más externa fácilmente puede liberar electrones. Recordemos que el funcionamiento de las baterías se basa en un flujo de cargas entre el ánodo y cátodo, del polo negativo al positivo. Hoy en día las baterías de litio son ligeras y pueden recargarse por lo que son de gran utilidad en nuestra vida cotidiana; las usamos desde el reloj de pulsera, en las computadoras, en los teléfonos celulares y básicamente en cualquier dispositivo electrónico portátil. El mercado de estas baterías proyectado para 2029 es de 100 mil millones de dólares, por lo que serán las fuentes de almacenamiento de energía para utilizarse en celdas solares, en dispositivos portátiles, en autos eléctricos y sobre todo para la comunicación inalámbrica.
El litio se extrae de dos maneras, una proviene de salares y otra de minas, ver figura; pero este metal alcalino no existe en forma libre en la naturaleza sino que se encuentra en forma de compuestos, por ejemplo en hidróxido de litio, por lo que se debe de procesar para su uso. Actualmente las principales reservas de litio se encuentran en Bolivia, Argentina y Chile en la región donde colindan estos países. Se asegura que en esta región se concentra más del 60 % de litio y por este hecho se ha denominado el triángulo del oro blanco. Sin embargo, en el año de 2009 se anunció el descubrimiento de grandes reservas en la región de Zacatecas y San Luis Potosí en nuestro país, asegurando con ello la competitividad de México en el mercado de explotación del litio.
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