Ya se han venido preparando dos gallos para una próxima pelea, las elecciones de 2021. De un partido, el giro llamado Impulso; del otro, un colorado nombrado Bienestar.
¿Cuál de esos dos tendrá mejor gallero y filosas navajas? Impulso es del panismo gobernante en estas tierras; Bienestar es un debutante. Las apuestas han de subir y las tensiones al calor de la contienda arderán nomás que se cierren las puertas.
Impulso es un gallo muy jugado: de su plaza de gallos salió el gobierno estatal actual. El colorado ha venido a alborotar la gallera, un bullicio entre quienes se creían tranquilos. El panismo cree que aunque su rival tenga un amarrador tan grande como la presidencia, ya lo ha desplumado antes en esta plaza y lo quiere volver a hacer.
Los galleros se pondrán valentones cuando carguen sus tompeates con sus gallos peleadores. Mientras, reparten tarjetas y beneficios a cargo del erario que cada uno tiene: salud, créditos, etcétera; beneficios que, en llegando el tiempo electoral les serán “recordados” a cada uno de los beneficiarios. Todo es cosa de ver quién elabora el mayor padrón.
Giras, propaganda, reuniones, panfletos, redes sociales, todo se está usando para afiliar a cuanto más personal se pueda. Claro que existe la picaresca de quienes dobletean diciéndoles que sí, que les dan su credencial de elector para tomar sus datos, ya luego, en el momento preciso, tómenla, nadie vota por ellos.
Guanajuato está bajo dos galleros que no resolverán la desigualdad. Ellos se encaminan hacia el palenque donde dirimirán quién se queda con la entidad. Los demás, a cantar rancheras.
