Luis Guillermo Torres Saucedo*
Una semana después del 15 de mayo, día del Maestro, es necesario reflexionar sobre su papel en la sociedad, no solo en su contribución en las aulas, sino un poco más allá. La reciente reforma educativa puso contento al gremio y se dio por bien servido pues el Presidente de la República, AMLO, cumplió la promesa de campaña con la que cautivó y convenció a los profesores de los niveles básico y medio superior.
El SABES no fue la excepción, estoy hablando de los profesores y profesoras que están en la trinchera educativa frente a grupo en los bachilleratos del sistema educativo estatal. Lastimados pues, por la forma en que fueron tratados por las evaluaciones punitivas, olvidando que son docentes frente a grupo y no burócratas, con jefes que no saben que los profesores son seres humanos y trabajan para un gobierno “humanista” donde el principio rector, debería ser el respeto a la dignidad de la persona humana de sus trabajadores y gobernados; ahora están contentos por una reforma educativa que les capacitará y ya no los perseguirá y sancionará, y mucho menos, se utilizará como medio de amenaza con el clásico: “si no te alineas te corro”.
Lo interesante que me encontré en el sentimiento del gremio es que los docentes festejan en silenció la reforma educativa y festejan que valió la pena el voto diferenciado en las pasadas elecciones por el gobierno federal cuando se inclinaron por “ya saben quien”, sin embargo, para el gobierno del estado prefirieron la continuidad bajo el argumento de para qué experimentar si ya conocemos a los conservadores.
La reflexión final sería: los gobernantes y políticos deben preguntarse hacia dónde quieren que se inclinen los profesores en el futuro, pues éstos, ya aprendieron a definir de manera individual y por afinidad su sentimiento político. Saben que tienen un poder de influencia tremendo en la sociedad y ya se enseñaron a diferenciar su voto. Además ya se redescubrieron como líderes de opinión y están conscientes de su importancia en la sociedad.
Los profesores ya saben, que si no son tratados con dignidad y se busca por parte de la autoridad su bienestar, podrían dar una sorpresa en las decisiones electorales venideras.
*Abogado con estudios en las maestrías en Derecho
Constitucional, Administrativo y Fiscal
y profesor del SABES.
