El embarazo durante la adolescencia puede parecer aterrorizante. La mayoría de las adolescentes mantienen en secreto la noticia por temor a la ira y decepción de sus padres, familiares, amigos, compañeros y de su entorno en general, lo que hace que se retrase aún más la atención médico-nutricional.
Aunque es posible que no se haya planeado un embarazo en esta etapa de la vida, es importante que sea saludable. Y una nutrición adecuada es uno de los componentes esenciales a mantener durante esta y todas las etapas de la vida.
Las necesidades nutricionales son diferentes según el género, edad, tu estado de nutrición, la actividad física y la condición de salud en general, y la adolescencia y el embarazo son unos de los periodos donde se incrementan aún más estas necesidades. La combinación de ambos necesita de atención nutricional especial, a continuación, te explico el porqué.
Debido a que la adolescencia es la etapa considerada como la última oportunidad para modificar los hábitos alimentarios antes de comenzar la vida adulta, en dónde, por razones de identidad, búsqueda de mayor independencia, pertenecer a un grupo o convivencia, se presentan hábitos alimentarios saludables y no saludables.
En esta etapa, las mujeres nos volvemos más sociales y cooperativas, y podemos presentar algunas conductas como saltarnos tiempos de comida, comer fuera de casa, consumir comida rápida o probar algunas dietas. En general, tenemos una inclinación a elegir alimentos con alto contenido en calorías y grasas, que resultan en hábitos alimentarios poco saludables.
En el embarazo adolescente los requerimientos nutricionales son similares al embarazo en la adultez. Sin embargo, debido a los hábitos alimentarios no saludables, generalmente se comienza el embarazo con una menor reserva de nutrimentos y un mayor riesgo de presentar deficiencias nutricionales.
El presentar hábitos nutricionales adecuados durante el embarazo en la adolescencia puede mejorar el parto y desarrollar hábitos alimentarios saludables en esta etapa.
Es imposible modificar los hábitos alimentarios de la noche a la mañana, y los adolescentes no lo harán simplemente porque se les diga que lo hagan. Sin embargo, podemos realizar pequeñas acciones que contribuyan a una mejor nutrición. A continuación, te menciono algunas:
• Si es habitual que se acuda a restaurantes de comida rápida, se puede comenzar a mejorar los hábitos al elegir opciones más saludables, por ejemplo, ensaladas con alguna proteína (pollo, carne de res, etc) con poco aderezo o incluso una hamburguesa con verdura, evitando las papas fritas. Además de preferir tomar agua en lugar de refrescos o jugos.
• Enfocarnos más en alimentos que en los nutrimentos. Regularmente, se nos menciona que consumamos alimentos ricos en hierro, calcio, vitamina D, vitamina B9, etc, pero puede resultar complicado identificar alimentos que son buena fuente de estos nutrimentos. Es mejor realizar una lista de alimentos con las porciones necesarias para cubrir los nutrimentos. Se puede hacer en compañía del nutriólogo, y en base a esto tachar las porciones conforme se vayan consumiendo. Puede ser de manera electrónica para poderla llevar a todos lados.
• Preferir snacks o colaciones saludables. Algunas opciones saludables que son fáciles de preparar y llevar son frutas y verduras frescas, barras de granola, yogurt natural con fruta, galletas saladas en caso de mareos, entre otras opciones. También el llevar agua embotellada a todos lados puede mejorar el consumo de agua.
• Establecer una recompensa cuando se logre algún objetivo es de gran ayuda. Por ejemplo, se puede decidir qué recompensa puede darse a uno mismo al alcanzar un objetivo, como si al comer al menos dos porciones de verduras al día puede ir a ver una película al cine.
• El limitar el consumo de alimentos altos en azúcares y grasas, como refrescos, frituras, galletas, pan dulce, dulces, jugos, etc, es importante para mantener una adecuada nutrición. Sin embargo, si en alguna ocasión no es posible por el ambiente que se está o no existen otras opciones, se pueden consumir siempre y cuando sea en pequeñas cantidades y no de manera habitual.
Estas recomendaciones son una guía de como mejorar la nutrición durante el embarazo en la adolescencia. Sin embargo, siempre lo ideal es acudir con el profesional de la salud que sea capaz de ayudar en esta etapa. El Colegio de Nutriólogos de León cuenta con expertos que pueden asesorar sobre este tema.
Melanie Lizzet Mena Hernández. Licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos. Maestra en Nutrición Clínica. Diplomado en Nutrición Pediátrica. Asesora de Lactancia. Miembro del Colegio de Nutriólogos de León.
Referencias:
• Jouanne M, Oddoux S, Noël A, Voisin-Chiret AS. Nutrient Requirements during Pregnancy and Lactation. Nutrients. 2021;13(2):692.
• Montgomery KS. Improving nutrition in pregnant adolescents: recommendations for clinical practitioners. J Perinat Educ. 2003;12(2):22-30.
• Rundle R, Soltani H, Duxbury A. Exploring the views of young women and their healthcare professionals on dietary habits and supplementation practices in adolescent pregnancy: a qualitative study. BMC Nutr. 2018;4:45.
