Por: Eugenia del Carmen Araiza Marín
Pensábamos que, pasando el frío, pasaban las enfermedades. Pero no. Es justo ahora que se están presentando varios brotes de Influenza tanto estacional como H1N1 y, por si fuera poco, comienzan a presentarse algunos casos en México de infecciones por Coronavirus Covid-19.
Antes de entrar en pánico, hay que recordar que la mejor protección es la prevención. Si bien no hay vacuna o alguna protección similar ante el Coronavirus, sí lo hay frente a la Influenza que es la que actualmente ha presentado muchos casos en el país. La vacuna contra la Influenza está disponible en la mayoría de los centros de salud y hospitales de México, por lo que, si no te has vacunado, aún es tiempo de hacerlo y protegerte.
Más allá de las vacunas, la higiene también es de suma importancia para evitar el contagio de alguna enfermedad. Podemos tomar algunas acciones que parecen muy sencillas pero que muchas veces pasamos por alto y pueden hacer toda la diferencia:
- Lavar tus manos con agua y jabón o algún desinfectante para manos (70% de alcohol). Si puedes hacer ambas, mucho mejor.
- Evitar ir a lugares muy concurridos.
- Ventilar los ambientes de trabajo o de casa. Los ambientes cerrados no dejan circular el aire, por lo que, si existiera algún virus, podría quedarse en la zona.
- Evita tocar tu rostro, ojos, nariz y boca después de haber tocado superficies en lugares públicos o que pudieran tener riesgo de contaminación.
- Cubre tu nariz y boca al toser o estornuda cubriéndote con el antebrazo.
- Evita dar la mano o dar beso al saludar.
Se ha comprobado que estas medidas ayudan mucho, sin embargo, no son las únicas. Tal vez no lo sepas, pero tu alimentación es la primera línea de defensa ante estas y muchas otras infecciones.
La elección y variedad de nuestros alimentos nos brinda protección, ya que refuerza nuestro sistema inmunológico. Es importante poner atención a esto siempre, no sólo cuando estemos enfermos o en riesgo. Si esperamos a cuando ya estemos enfermos, los resultados pueden no ser tan buenos o tan rápido como nos gustarían.
El estado en el que nuestro cuerpo se encuentra nutrido es fundamental para hacer frente a varios tipos de infecciones. El estado de nutrición poco tiene que ver con cómo nos veamos o el peso que tengamos, porque podríamos creer que si alguien está delgado significa que está pobremente alimentado y alguien con algo más de peso que estaría bien nutrido, pero eso solamente tiene relación con el contenido calórico de los alimentos que se ingieren así como su actividad física, pero no con la calidad de los alimentos.
Estar bien nutrido implica hacer elecciones sobre la calidad de los alimentos que se consumen. Si observamos detenidamente, la misma naturaleza nos proporciona los alimentos más adecuados según la temporada, por ejemplo: en invierno suele haber más mandarinas, naranjas, guayabas que contienen mucha vitamina C y ayuda a reforzar las vías respiratorias. En verano, podemos encontrar sandía que tiene mayor contenido de agua y algunos electrolitos que pueden ayudar a no deshidratarnos.
Para mantener el sistema inmunológico fuerte es necesario consumir alimentos de todos los grupos y que dentro de cada grupo tengamos variedad. Es importante decir que no hay un alimento mágico o especial, es la alimentación en conjunto la que nos ayuda a tener un mejor estado de nutrición en nuestro cuerpo.
Las frutas y verduras de esta temporada nos ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico, estos nos proporcionan principalmente vitaminas, especialmente la A, C y E y minerales como potasio, magnesio, que, en conjunto mantienen en buen estado las células de sistema respiratorias y las refuerzan contra virus y agentes tóxicos que hay en el ambiente. Entre ellas podemos encontrar: naranja, limón, lima, guayaba, mango, toronja, zanahoria, calabaza, jitomate, etc.
Recuerda que el balance entre proteínas como: carne, quesos; cereales como: tortilla, cereales integrales, pan integral, papa, arroz y grasas como: aguacate, nueces, aceite de oliva, etc. así como realizar ejercicio de forma regular e hidratarte bien es lo que te brindará las mejores defensas dentro de tu organismo ante cualquier infección. No te garantiza no contraer alguna infección, pero, si llegaras a enfermar, el impacto en tu salud no será tan fuerte y tu recuperación será más rápida.
