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viernes, abril 26, 2024

0 y 30

No es una versión distorsionada de 40 y 20 por más que pudiera ser un homenaje al príncipe de la canción, es una reflexión obligada para entender cómo está evolucionando la opinión de los ciudadanos que no terminamos de registrar la cantidad de barbaridades en los dichos y en los hechos de la administración del presidente López.

Parece que los desatinos del presidente, cada día que quiere aclarar los hechos de Culiacán, lo enredan más en una madeja de mentiras, de descalificaciones, de confrontaciones entre las versiones de sus secretarios y las versiones de él, es muy lamentable el desenlace una vez que el general secretario de la defensa toma el micrófono para aclarar las confusiones que se derivan de los minutos que tiene el presidente ante los medios de comunicación.

Los hechos de Culiacán reflejan la incompetencia del secretario de seguridad y su indolencia, su fatuidad, por decir lo menos. Pero las declaraciones durante diez días terminaron por dar a conocer a la sociedad mexicana que tenemos un gobernante que no tiene idea y no tiene idea de que no la tiene, para que fue electo, para que sigue en campaña, para que inventó la 4t que no contiene nada.

Sin embargo, no son los hechos de Sinaloa lo que cambio de posición la actitud de los mexicanos; es la manera como se comunica en la conferencia ante los medios el jueves pasado. Miente deliberadamente, subestima la inteligencia de sus interlocutores y de los destinatarios de las audiencias de los propios medios y luego les completa el día haciendo alarde de su desubicación dando a entender que los medios deberían de estar agradecidos con el presidente en vez de cuestionarlo, de confrontarlo y de lograr ponerlo en evidencia de su incompetencia para tratar asuntos serios con los propios periodistas para decirles: “Muerdes al que te quitó el bozal”.

¿De verdad piensa el presidente que eso hizo con sus interlocutores?

Si en ese concepto los tiene; no ha entendido con quien se reúne todos los días, ni la función social y política de su trabajo y por lo visto los representantes de medios que tienen meses tratándolo como si fuera un menor de edad, con el perdón de los menores de edad.

El presidente ha logrado activar a los ciudadanos que están entre los 30 millones de mexicanos que no votaron por él y es una cifra que crece todos los días. Seguramente de entre los que votaron por él habrá quien lo siga hasta el final de su mandato, sin estar seguro cuánto durará, pero también hay ciudadanos que si votaron por él y están arrepentidos, pese a estar en la dinámica de sostener las simpatías con el presidente y su partido mientras permanezcan los apoyos de los programas sociales (con los mismos esquemas de corrupción que las administraciones criticadas por él).

Aunque también hay 30 millones de ciudadanos que desdeñaron el proceso, que es imposible saber las causas pero el hecho es que no salieron a votar el día de las elecciones, entre los que hay arrepentidos y simpatizantes pero la realidad es que resulta contundente que treinta millones de ciudadanos votaron por el presidente López pero no tanto como los sesenta millones de ciudadanos que no votaron por él, ni los programas, ni los candidatos de su partido.

Si usamos los términos con los que se comunica el presidente: “es el adversario de la mayoría de los mexicanos “y cada día acumula más.

Gerardo Mosqueda
Gerardo Mosqueda
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato. Correo electrónico: gmg@gerardomosqueda.com.mx Twitter: @MosquedaGerardo Facebook: gerardomosqueda

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