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martes, abril 23, 2024

Alternativas para México

Nadie está obligado a proponer las etapas que siguen a las gestiones de los gobiernos en funciones. Es decir, los gobiernos están obligados por las leyes de planeación de la federación y de los estados a proponer planes de trabajo que corresponden solo a sus periodos de gestión gubernamental para los que fueron electos. 

Si de planeación se trata, en nuestro país no tiene relevancia hacer planes a largo plazo porque así está diseñada la gestión de los servidores públicos, porque las suspicacias políticas no dan lugar a recibir como buenas ideas los planes con visión de largo plazo, en el mejor de los casos se trabaja en asuntos de infraestructura (porque no queda más alternativa) que tendrán sus mejores efectos una vez que transcurran algunos años.

Pero siempre correremos el riesgo de partir de una premisa equivocada: los ejercicios de visión prospectiva, los planes mal llamados transexenales, no son, ni deben ser los puntos de partida para las gestiones gubernamentales. Es desde la sociedad y no desde el gobierno donde se deben de configurar dichas visiones. 

Los gobernantes en turno tienen las responsabilidades constitucionales y aunque el presidente López crea que se puede pasar por encima de las instituciones y siga en el propósito indolente de desmantelar los organismos de participación ciudadana, es en la sociedad organizada donde recae la visión de largo plazo y la formación de ciudadanos preparados para servicio a la comunidad en todos y cada uno de los ámbitos de la vida cotidiana de la sociedad.

Nos hace bien recordar que durante muchos años nuestro país padeció y tuvo que afrontar las consecuencias de no tener alternativas de liderazgos ciudadanos para terminar de manera definitiva con generaciones de políticos corruptos. Este perfil de políticos corruptos llegó a extremos indescriptibles en la gestión encabezada por el presidente Peña durante el sexenio pasado y cambian de piel a partir del sexenio del presidente López en una combinación de “moralinas, combate a la corrupción, dialéctica, neoliberalismo, indolencia e ineptitud”.

La única experiencia de participación de la sociedad en las definiciones del futuro del país vino de la participación de algunos organismos empresariales ( no todos ) que con visión salieron a enfrentar las acciones y decisiones de los gobernantes… hoy se repite el escenario ante un presidente de la república que se esmera en no entender que sus decisiones están poniendo en serios riesgos al país, a su infraestructura, a su economía, a la educación de las nuevas generaciones, a sus mercados, a las familias de sus migrantes.

Sin duda que el proyecto de alternativas para México propuesto por la coparmex y otras instituciones para formar mexicanos que tengan el deseo de comprometerse en proyectos de participación ciudadana es una respuesta alentadora, generosa y buena para los tiempos de incertidumbre que generan los desatinos de la clase gobernante actual. Cuanto desearía que se animaran generaciones de jóvenes en los programas que se diseñen para la formación de ciudadanos responsables y formar adecuados contrapesos a los caprichos y desatinos de los gobernantes que hoy padecemos. 

Alternativas por México es una buena idea de participación ciudadana.

Hasta la próxima PROSPECTIVA. 

Gerardo Mosqueda
Gerardo Mosqueda
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato. Correo electrónico: gmg@gerardomosqueda.com.mx Twitter: @MosquedaGerardo Facebook: gerardomosqueda

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