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viernes, marzo 29, 2024

Con mi más honesto odio a los ciudadanos…

Cuando tienes la idea de que el deterioro de la política en nuestro país ha tocado base, cuando supones que no hay imaginación que pueda concebir un deterioro mayor, después de la peor gestión de la pandemia, del deterioro acelerado de la economía del país, del desmantelamiento del sistema de salud de los mexicanos; el fanatismo trasnochado del presidente cree que a México le hacen falta médicos cubanos, que su deber es cuidar a los delincuentes y que el que no piense como él, se puede ir al carajo…

Cuando piensas que llegamos a los extremos insospechados de la inseguridad en el país, cuando ya no es posible salir a la calle sin estar en riesgo de “que te toque” estar en medio de una acción de los criminales que nadie puede detener, que no se les puede hacer nada, cuando ser delincuente tiene el mismo nivel que ser militar y hay más crímenes dolosos que en ninguna administración sexenal, es decir, en lo que va de éste sexenio ya se tiene la cifra más alta que la suma de los dos sexenios anteriores.

Cuando te evidencian una y otra vez que en este país los ciudadanos no cuentan y solo son objeto de los propósitos ideológicos del grupo en el poder…

Supongamos, solo por un momento, que las cifras indican la falta de profesionales de la salud, independientemente de la cobertura de sus servicios en el territorio nacional, cuando se convocó a las academias de médicos del país, a las escuelas de medicina, a la propia estructura gubernamental en materia de salud para plantear un problema que seguramente tendría años de estarse manifestando, para comprometer a las instituciones de salud a resolver la insuficiencia de médicos… nadie fue convocado, no existe un solo documento que se refiera al tema en esos términos.. Todo lo contrario, en nuestro país hay un deterioro progresivo en las estructuras de salud, en la burocracia institucional de la salud, en los presupuestos para la enseñanza en esta materia.

La realidad en nuestro país en materia de salud y de casi todas las materias contradice los caprichos ideológicos del presidente, no solo no hacen falta médicos, sean de cualquier nacionalidad, la estructura de atención de la salud de los mexicanos tenía parcialmente resuelta la atención de los mexicanos, con el seguro popular, hoy desmantelado, durante la pandemia vimos acciones heroicas del personal de salud. Verdaderamente ejemplar, con un pésimo equipamiento preventivo para hacer su trabajo y por negligencia gubernamental también vimos como el país ha sido donde más personal médico perdió la vida durante la pandemia.

Pero estoy convencido que no hace falta explicarle ningún tema, ninguna realidad, ningún escenario al actual gobierno.

No están dispuestos a escuchar, no están en el gobierno para servir a la sociedad.

Su concepción de gobierno está anclada en una visión autócrata y con hambre desmedida de poder. Si para ello hay que pasar por encima de los ciudadanos, no importa.

¿En qué momento se construye al país fincado en las agresiones del gobierno a los ciudadanos?

Especialmente los que con sus impuestos hacen posible los gastos en obras de capricho y en los grandes volúmenes de gasto social pero sobre todo en el precio de la corrupción que la mayor diferencia que tiene con los corruptos de los gobiernos anteriores es el cinismo con el que se actúa.

El presidente sale a decir, una y otra vez, que es amigo de los delincuentes, que los militares están bien si huyen de los delincuentes, que no le importa el desabasto de medicamentos, que los médicos del país, la UNAM y todos los que no piensan como él pueden irse al diablo con todo y sus críticas, es decir, estamos en una agenda totalitaria al mismo tiempo que los ciudadanos creemos que estamos en la posibilidad de enfrentar estas realidades en una agenda democrática…

Las tribus que hoy tripulan la política desde el poder ejecutivo llevan un proceso de descomposición y alejamiento de la armonía social que tanto se necesita para resolver las prioridades del país y están apostados a un proceso de mayor deterioro de nuestra economía y de las tareas elementales de la convivencia entre la sociedad y el gobierno, ni hay interés en escuchar a nadie a menos que sea coincidente, elogio, apoyo, empatía o algo parecido con lo que el ejecutivo está haciendo.

Pero nada de lo que sucede en nuestra cotidiana realidad da señales de construir en armonía el México de las nuevas generaciones y las opciones opositoras siguen siendo reaccionarios a los discursos distractores del ejecutivo y sus seguidores.

La oportunidad de una nación que se desempeña en armonía es hoy, a partir de redefinir los roles de los ciudadanos ocupados en el desarrollo de la educación, de la salud de todos, de su economía, de su capacidad productiva.

Se ha escrito por décadas EL DESARROLLO ES EL NUEVO NOMBRE DE LA PAZ.

El México del esfuerzo, del emprendimiento, de la investigación, de la innovación son los ciudadanos que deben asumir la realidad para transformarla con honradez, trabajando en equipo, con deseo de servir a la nación.

Fincar un nuevo país en un modelo autócrata que odia a la sociedad, en especial a la que no se le somete, que admira el desastre y admira un régimen que odia a los ciudadanos, que no admite que su ignorancia produce desprecio por los que se han esforzado para ser una mejor nación.. En fin estamos de construyendo un régimen que odia a la libertad y contesta con frivolidad a las exigencias de los ciudadanos.

Desarrollo humano para ser un mejor país, con los valores que trasciendan a nuestra generación y no volteando a ver con nostalgia a realidades que nunca fueron la fórmula del desarrollo y que hoy, después de décadas, solo hay evidencias de que alinearse al modelo comunista en cualquiera de sus versiones es un fracaso y es contrario al desarrollo de las sociedades porque los modelos totalitarios sólo se entienden desde las mentalidades autócratas.

Son tiempos de participación ciudadana y propuestas innovadoras para superar la desgracia de tener un gobierno que odia a los ciudadanos.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

Gerardo Mosqueda
Gerardo Mosqueda
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato. Correo electrónico: gmg@gerardomosqueda.com.mx Twitter: @MosquedaGerardo Facebook: gerardomosqueda

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