- Publicidad -
viernes, abril 26, 2024

¡Es de que… cambié de opinión!

No hace falta hacer un recuento de los desatinos, por decir lo menos, en el tema de las tareas de ejército mexicano, tengo la impresión de que ha sido el tema de conversación de muchas familias mexicanas y desde luego de todos los organismos nacionales e internacionales de defensa de los derechos humanos. Por años el discurso del MORENA y su propietario consistió en la idea de regresar a los militares a sus cuarteles, siempre buscó la oportunidad de descalificar a sus antecesores en la presidencia por sacar a las fuerzas armadas a las calles y cada vez que pudo señaló la urgencia de regresarlos a sus cuarteles.

Un día les instruyó a sus súbditos que ocuparán las tribunas legislativas para que en “todos los tonos” insistieran en argumentos que evidenciaran el grave error de comisionar a las fuerzas armadas en labores de seguridad ciudadana, en perseguir a la delincuencia, en patrullar por las calles y caminos de todo el país.

Tomando posesión del mandato constitucional advirtió a todos los mexicanos que se crearía una guardia nacional y siguió con el argumento: los soldados deben regresar a los cuarteles… no (cambie de opinión…) el ejército mexicano debe de desaparecer y en su lugar habilitar una guardia nacional.

Hoy sabemos que el 80% del personal uniformado de la Guardia Nacional son elementos del ejército mexicano que recibieron las instrucciones de cambiarse de uniforme y obedecer las instrucciones de salir a patrullar por el país para que parezca que ya se cumplieron las órdenes del presidente… lo que usted quiera entender, estimado lector.

En el sexenio de Calderón los jefes de la milicia mexicana propusieron las BOM (bases de operación mixta) y eran unas caravanas de personal de seguridad de todos los niveles; policías preventivas, estatales, federales, militares… demasiado personal pero así comunicaban que se trabajaba en coordinación, nadie culpaba al otro y ocasionalmente daban algún resultado que mantenía la idea de coordinación. Hoy siguen haciendo patrullajes por todos lados, los hace cada quien como puede, siguen la ruta que les parece mejor, hasta donde alcance el combustible y siempre que quede de “pasadita” donde bajar a comer… el resultado no hace falta pronosticarlo; es igual a perder el tiempo.

Agregando a esta lamentable realidad que las juntas de todas las mañanas (dice el presidente que se reúne con los responsables de la seguridad del país todas las mañanas…) no produce un solo renglón de estrategia de seguridad, no existe una estrategia.

Lo que existe es la instrucción de no molestar a las bandas que manejan las operaciones de narcotráfico. lo de menos es el significado que tiene ir a las causas de la violencia y de la inseguridad, que hoy es la preocupación número uno de todos los mexicanos.

No atienden las causas, no atienden los efectos, no es su prioridad del ejecutivo federal, no existe la estrategia, a un gobernante autócrata le importa el poder y que sus súbditos le obedezcan proponga lo que proponga.

Durante cuatro años ha criticado a gobiernos anteriores, especialmente al de Felipe Calderón por haber sacado al ejército a las calles pero hoy ( cambió de opinión…) ordena que todos sus lacayos argumenten exactamente lo contrario a lo que en tribunas predicaron: que se quede el ejército en las calles y además que atiendan las aduanas, que peguen ladrillos, que cuiden a sus seguidores, que hagan todo lo que un gabinete de mediocres no puede hacer, no saben cómo o simplemente no tienen carácter para proponer algo que medianamente contradiga las ocurrencias del inquilino del Palacio Nacional.

Me pregunto si toda esta ruta conduce a la desaparición de las fuerzas armadas para evolucionar toda la estructura a una guardia nacional como lo ha dicho en muchas ocasiones, estarán de acuerdo los mandos militares con la idea de desaparecer los cuadros de formación militar que durante décadas han contribuido a la estabilidad y el orden constitucional para que el jefe de las fuerzas armadas pase a ser el encargado de la operación de la guardia nacional, como lo dijo hace unos días.

Las ocurrencias del presidente han dejado sin recursos a las entidades del país para fortalecer sus estructuras de seguridad y en los municipios y las labores preventivas en la materia de seguridad están a punto de desaparecer porque el gobierno federal redujo a su mínima expresión los recursos financieros, técnicos y de capacitación para contar con policías confiables; a cambio de estos procesos indispensables para la estabilidad y confianza de los ciudadanos, lo que hay son uniformados que se pasean por donde no están los delincuentes.

El gobierno federal sigue sin escuchar a las voces del dolor, los miles de mexicanos que han perdido la vida, sus patrimonios, su confianza en manos de la delincuencia porque los delincuentes cuentan con la protección de las tribus que le tripulan la agenda y las decisiones al señor que despacha como presidente.

¿Quién cambió de opinión? ¿por qué?

Las familias mexicanas están padeciendo las consecuencias de las decisiones del desastre, algunas de estas decisiones tienen efectos irreversibles sin embargo permanece la esperanza de que la popularidad subsidiada despierte a la realidad y comprenda qué recibir unos pesos no es suficiente para revivir a sus familiares que han perdido la vida o la esperanza de recuperar sus bienes, su tranquilidad.

Hasta la próxima PROSPECTIVA.

Gerardo Mosqueda
Gerardo Mosqueda
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato. Correo electrónico: gmg@gerardomosqueda.com.mx Twitter: @MosquedaGerardo Facebook: gerardomosqueda

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO