Todos los negocios de corrupción llevan el visto bueno del presidente” (sic) de propia voz del presidente y teniendo a sus espaldas al procurador y los secretarios de seguridad, sedena y marina… ni cómo ayudarle…
Ahora que muchos comunicadores tienen acceso a los documentos guacamaya y se revelan contenidos inimaginables que ponen en entredicho a los propios mandos del ejército y todas sus tareas de espionaje, investigación y seguimiento de todo el que representará un motivo para investigarlo; falta saber si estaba justificado o no, el hecho es que de los millones de documentos que hoy están en manos de quien quiera y no solo del ejército, espero que estén estudiando las respuestas que tendrán que venir de parte de los personajes involucrados.
Hasta hoy se ha dado a conocer información relevante, desde luego, pero parece que al ejecutivo federal no le alcanza la imaginación para descifrar las fracturas irreparables que tiene el gobierno actual y su relación con actores del crimen organizado.
SEDENA investigó al personaje más cercano del presidente de la república, a su mano derecha, su asistente personal, así como pudo hacer reportes de cada medicamento que toma el presidente en ese cóctel de medicinas que toma todos los días y entre los informes está la afirmación de los vínculos del actual secretario de gobernación con el cartel Jalisco nueva generación cuando era gobernador de su estado y también los reportes de los viajes de la familia presidencial por Houston y varios países de Europa asistidos por personal militar todo el tiempo de los viajes.
También está a la vista la información sobre la venta de armas a los delincuentes desde el mismo campo militar número 1 y la polarización que existe entre los mando de la Marina y de la Sedena, los informes del proyecto de la aerolínea comercial del ejército y lo que seguiremos viendo en los medios como resultado de los contratos que hizo la secretaria de la defensa nacional para utilizar el software de PEGASUS que siempre se negó a los mismos medios que se contaba con esa tecnología y resulta que sí fue contratada, utilizada por el ejército mexicano para investigar a todo aquel que representara “un riesgo para la seguridad del estado mexicano”… lo que cada quien, según su estado de ánimo, quiera entender.
Pasarán muchas semanas que seguiremos viendo información y la creatividad de los comunicadores hará posible que lo conozcamos en reportajes, entrevistas, ediciones especiales, crónicas… dará para todos los géneros, los documentos de guacamaya sólo vienen a confirmar suspicacias, a rarificar sospechas o especulaciones que, por cierto, cuando se presentan ante el montaje mañanero, solo provocan la risa de los presentes… afines o no.
La trivialidad con la que el presidente contesta solo confirma que ha perdido lo poco que le quedaba de conexión con la realidad, especialmente cuando se refieren a las masacres que, lamentablemente, se repiten cada semana en algún punto del país.
Será que alguien del equipo del presidente ha registrado la necesidad de también estudiar los mismos documentos y al menos estudiar las posibles respuestas en precaución de los riesgos que tiene su proyecto político que con estas avalanchas de información deberán de enfrentar los cuestionamientos que naturalmente vendrán y que ya no sirve de nada decir: “yo tengo otros datos.” Hoy todos y cada uno de los comunicadores que tiene acceso a los documentos guacamaya SI QUE TIENEN OTROS DATOS, muchos más datos de los que el presidente y sus tribus, expertos, genios comunicadores y charlatanes de la política pueden presumir.
Creo que el presidente no tiene, nunca ha tenido la información que presumía, como no fuera la que le “dosificaban desde inteligencia militar”.
Lo que se ha revelado hasta hoy no incluye lo que se sigue investigando y que no está en los documentos revelados, aunque si da lugar a perfilar las prioridades en el trabajo de inteligencia militar; esperemos que esté en esas prioridades la seguridad ciudadana.
Entre los mandos del ejército están los autores de la propuesta para mantener al ejército mexicano en los patrullajes hasta el 2028, todos los indicadores de resultados de unas tácticas y operaciones con el personal militar dan razón de la ineficacia de esta decisión y sin embargo contrario a las posturas que siempre tuvieron el ejecutivo federal y sus tribus operaron para mantener al ejército en las calles. eso que se sintetiza en “militarizar” al país.
Se está planteando cómo solución lo que sirvió como pretexto para que el gobierno federal desfalcara de los recursos para la seguridad del estado a los gobiernos estatales y municipales, asumir una sola policía federal, es decir, soldados del ejército mexicano vestidos de guardia nacional y salir a pasear para dar la impresión de que se cuida a la sociedad, pero… no funcionó.
A lo que el presidente López le llama estrategia, que es en realidad un mensaje mañanero acompañado de la verborrea respectiva le tendrán que agregar los cuestionamientos que hoy tendrán con información de los propios archivos de la sedena los profesionales de la comunicación. Veremos nuevos capítulos de estos montajes escenográficos y mientras tanto la seguridad tendrá que ser resultado de nuevos modelos de relación social, comunitaria, con contenidos de compromiso social que permitan disminuir los riesgos de inseguridad para los mexicanos. Al actual gobierno se le terminó el tiempo, nunca tuvo la idea y hoy se tiene que ocupar de disimular sus incompetencias y falta de compromiso con su responsabilidad constitucional.
¡Tanta sociedad como sea posible!
Hasta la próxima en PROSPECTIVA.
