Nunca se han realizado tantas encuestas en la historia de los procesos electorales de nuestro país y como pocas veces se han hecho procesos integradores de resultados de las mismas encuestas, eso no es igual a que los mexicanos entendemos más y mejor de estadística, de sociología o de política. Sin duda que hemos aprendido que las encuestas no son pronósticos pero quien duda que la manera más elemental de explicar un proceso estadístico sea con la ley de probabilidades.
Así que nunca será una mala idea plantear el supuesto: si hoy fuera… el acontecimiento esperado… sabiendo que es un supuesto, que por más que se parezca al hecho que se quiere medir, no lo es. Y que los métodos para hacer semejanzas se han probado infinidad de veces y sin embargo, no dejará de ser un supuesto en el que los criterios de confiabilidad y validez sobre los que se finca un ejercicio de estadística aplicada, prevalecen y permiten que se tomen las decisiones que confirman la realidad esperada o modifican la realidad esperada… dependiendo de quien tenga la capacidad de cambiar las variables y por tanto, las descripciones del supuesto pueden no parecerse a la realidad.
Si hoy fueran las elecciones no se ha logrado revertir el altísimo porcentaje de opiniones negativas que tiene el representante del PRI, precisamente por representar al PRI, al “nuevo PRI”, al del presidente Peña, es decir 6 de cada 10 votantes no manifiesta intención de votar por Meade… y sin embargo insiste en ser continuidad del gobierno saliente con todo lo que significa vivir la etapa de mayor corrupción, violencia generalizada e impunidad desde los tiempos de la revolución mexicana que también se caracterizó por violencia, corrupción e impunidad… cómo un candidato tan inteligente no logró entender que la estrategia no era proponer más de lo mismo.
Si hoy fueran las elecciones… prevalecen dos visiones, dos generaciones, dos concepciones políticas, dos futuros previsibles para el país: el de López Obrador y el de Anaya Cortés.
Los dos le prometen al país que no le van a fallar, los dos están empeñados en acabar con la corrupción, es decir, los dos entendieron bien las encuestas que les dicen que los ciudadanos estamos hartos de la corrupción que prevalece en el país. Ricardo es para el 40% de los mexicanos el resultado del PRIAN corrupto y Andrés Manuel es para el 40% de los mexicanos el resultado del PRIMOR corrupto… es decir que nadie se escapa al antecedente de corrupción que representa la expresión PRI.
Si hoy fueran las elecciones, ¿aquien le vas a creer?, al que va a terminar con la corrupción perdonando de antemano a los corruptos o al que va a terminar con la corrupción metiendo a prisión a los corruptos.
Si hoy fueran las elecciones también tienes que elegir, legisladores federales y hasta gobernadores, legisladores locales y ayuntamientos. Si eres de los mexicanos que están entre los que no piensan ir a votar, es bueno que reflexiones si quieres que tu apatía, indiferencia, pasividad, irresponsabilidad haga posible que los políticos, sean del partido que sean, incluyendo a los independientes, puedan seguir viendo la política como la manera de hacer dinero fácil mientras los pobres, casi 60 millones de mexicanos, tendrán que seguir esperando las soluciones a sus necesidades porque lo que hoy están ofreciendo los candidatos son alternativas populistas que puedan “comprar tu intención de votar”.
Si hoy fueran las elecciones podrías ver al país con la esperanza que todos los mexicanos podemos aportar para hacer viable acabar con la corrupción, la impunidad y la violencia como resultado de la participación ciudadana, que empieza el día de la elección y no termina. No es cierto que los candidatos terminaran con la corrupción, solo la participación ciudadana puede lograr semejante propósito.
El próximo 1 de julio VOTA.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
