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miércoles, abril 24, 2024

¿Cómo crear un millón de empleos al año en México?

El generar las condiciones propicias para la creación de empleos formales es una responsabilidad del Estado mexicano, y como veremos a continuación, se ha fracasado rotundamente en esta asignatura, en la que tanto Poder Ejecutivo como Poder Legislativo son responsables, al igual que Instituciones autónomas como el Banco de México.
De acuerdo con el INEGI, al primer trimestre de este año (dato publicado más reciente) nuestro país contaba con una Población Económicamente Activa (PEA) de 50,246,878 personas, de las cuales en dicho trimestre 47,777,150 se encontraban ocupadas y las restantes 2,469,728 estaban desocupadas.  Con estos datos en mente, si asumimos conservadoramente que la PEA de México crece a una tasa del 2.5% anual, pues eso implica que ésta aumenta en 1,256,172 personas cada año.
Este dato resulta muy importante ya que desde hace mucho tiempo se nos ha dicho que México debe crear al menos un millón de empleos formales cada año para hacer frente al ingreso de nuevas  personas al mercado laboral, pero por los datos aquí expuestos vemos que ni creando el millón de empleos se estarían generando las suficientes fuentes de empleo que requiere el país, por lo que estamos lejos de abatir el rezago existente y el empleo en el sector informal seguirá aumentando.
Teniendo esto en mente, vale la pena preguntarse cuál ha sido el ritmo de creación de empleos formales en nuestro país en los últimos años.
De acuerdo a estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el periodo de junio de 2012 al mismo mes de 2013 el número de trabajadores registrados ante dicho instituto aumentó en 550,591 unidades, lo que representó un incremento de 3.48%; y como puede apreciarse, estamos muy por debajo de la “meta” de crear un millón de empleos formales cada año. Y lo que es peor, este objetivo no se ha alcanzado al menos desde 1997 a la fecha, lo que se constata con las estadísticas que muestran que el mejor periodo fue el de agosto de 1997 al mismo mes de 1998, año en el que los trabajadores registrados en el IMSS aumentaron en 894,706 unidades.
Y para ilustrar lo raquítico que ha sido el proceso de creación de empleos formales en nuestro país, podemos ver que en el periodo de junio de 1998 a junio de 2013 el número de trabajadores registrados ante el IMSS aumentó en apenas 5,329,252, lo que implica un promedio de 355,283 empleos nuevos cada año en los últimos 15 años.
Entonces conociendo estas cifras, pues no debe sorprender a nadie que de acuerdo al INEGI, al mes de junio de 2013 la Tasa de Informalidad Laboral fuera de 58.26%, y que entonces en México haya unas 27.7 millones de personas en la informalidad.
Todas estas cifras deberían preocuparnos como nación porque como lo señalé al inicio de esta entrega: el Estado mexicano no ha sido capaz de crear las condiciones propicias para que pueda darse la creación de empleos formales. Y esto contrasta con lo que sucede en otros países donde sí se logra y sobradamente, y como ejemplo pongo el caso de China, nación que creó 7.25 millones de empleos en la primera mitad de 2013 de acuerdo con declaraciones del 16 de julio por parte de  Yin Weimin, ministro chino de recursos humanos y seguridad social (http://www.rfa.org/english/commentaries/energy_watch/effect-07292013104458.html).
¿Qué hacer entonces para que haya mayor creación de empleos en México? Son muchas las acciones que se pueden implementar, pero en este editorial me sólo en una que es extremadamente importante: la política monetaria y su incidencia en el tipo de cambio.
Hemos señalado en anteriores entregas que un elemento a corregir es la actual política monetaria, la cual ha probado ser dañina para la planta productiva nacional porque genera una sobrevaluación recurrente del peso mexicano al mantener tasas de interés artificialmente elevadas.  Al escribir estas líneas la tasa de interés anualizada de los Cetes a 28 días es de 3.88%, mientras que la tasa de interés anualizada del T-Bill de Estados Unidos a plazo de un mes es de 0.02%, por lo que el rendimiento que paga un instrumento libre de riesgo en nuestro país es 193 veces más alto que el que paga los Estados Unidos.
Este diferencial en las tasas de interés es lo que provoca la entrada masiva de “capitales golondrinos” a nuestro país, a tal grado que al 22 de julio de este año los extranjeros tenían invertidos en Cetes 509,890 millones de pesos, la cifra más alta de la historia.
Con estas entradas de capitales de corto plazo al país hemos visto estos últimos días al dólar oscilando en niveles entre $12.50 y $12.70 pesos, e inclusive lo hemos visto en niveles más bajos. El problema es que con este nivel de paridad el peso está sobrevaluado entre 9 y 11%, lo que resta competitividad a la planta manufacturera nacional, exportadora y no exportadora.
Y es que con la pérdida de dinamismo de los mercados mundiales, debemos insistirle al Banco de México para que entienda que el tipo de cambio es ahora en día el factor más importante para determinar la competitividad de nuestras exportaciones o el abaratamiento de las importaciones. Y es que no se debe pasar por alto que, con el peso sobrevaluado que hemos tenido este año, en el primer semestre de 2013 las exportaciones manufactureras no automotrices de México muestran ya una caída de -0.5%, mientras que nuestras importaciones de bienes de consumo no petroleras muestran un crecimiento de 15.8%.
Así pues, se requiere que el Banxico considere una vez más el bajar la tasa de interés de referencia, desde su nivel actual de 4.0%, ante la pérdida de dinamismo que registra nuestra economía (crecimiento de 0.8% el primer trimestre y en el mejor de los casos de 2% en el segundo trimestre), y por la necesidad de impulsar nuestras exportaciones y limitar nuestras importaciones en favor de las empresas nacionales.
Y con respecto a este último punto quiero ser enfático en que no estoy proponiendo un proteccionismo como el que tuvimos en el pasado, sino que se utilice el tipo de cambio para mitigar el excesivo costo país que tenemos por los monopolios y oligopolios que limitan la competitividad de nuestra economía. Me refiero a que las empresas mexicanas tienen que cargar con costos por encima de sus competidores de otros países por los precios de la energía eléctrica, el gas, los combustibles, los servicios financieros, las telecomunicaciones, la inseguridad pública, la seguridad social, entre muchos, muchos más.
Y existe un factor adicional que hace pertinente a un ajuste en el tipo de cambio: si tuviéramos un dólar por encima de los $13.50 pesos, entonces se fortalecerá el mercado interno, sobre todo el de los hogares más pobres que dependen de las remesas para subsistir. Y es que el Banxico acaba de informar que en la primera mitad de 2013, el país captó 10,704 millones de dólares por parte de los mexicanos que residen en el exterior, lo que implicó una caída de 9.7%. De esta manera, en el primer semestre de este año los hogares receptores de remesas tuvieron una caída de 10% anual en sus ingresos por este rubro. En promedio recibieron al mes unos 1,264 dólares, 136 dólares menos que en el mismo periodo de 2012.
En base a los anteriores datos, no se requiere mucha inteligencia para deducir entonces que si se aumenta en un solo peso el tipo de cambio, pues habría casi 8.5 millones de familias en México que recibirían en promedio 1,264 pesos adicionales al mes, lo que fortalecería el mercado interno.
Ante todo lo anteriormente expuesto se vuelve indispensable que el Banco de México revise lo que está haciendo en favor de México y lo qué está haciendo mal; y de igual forma se requiere que el Ejecutivo envié una Iniciativa de Ley que reforme la Constitución de manera que el mandato del Banxico se amplíe a no sólo preservar el poder adquisitivo de la moneda, sino que lo obligue a promover el crecimiento del empleo y de la producción. Esto ubicaría al Banxico a la par de los grandes bancos centrales del mundo y dejaría de tener un mandato como el que tenían los bancos centrales a principios del Siglo XX.
En las siguientes entregas abordaremos otros temas que inciden en la meta para la creación de un millón de empleos al año, entre los que destacan el combate al comercio ilegal, las compras gubernamentales, el apoyo a las mipymes, las reformas estructurales, entre otras.

 

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Correo electrónico: alejandro@gaeap.com. Director General GAEAP*
Twitter: @alejandrogomezt
Página web: www.gaeap.com

Alejandro Gómez Tamez
Alejandro Gómez Tamez
Director General del Grupo Asesores en Economía y Administración Pública. Tel (477) 326-3633 http://alejandrogomeztamez.com/ En Twitter: @alejandrogomezt Visita nuestra página de internet: http://www.gaeap.com/

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