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jueves, marzo 28, 2024

El Banco de México se suma para evitar una catástrofe

En un contexto de preocupación por parte de líderes empresariales ante las dificultades económicas por las que atraviesa México, el 6 de septiembre de este año la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), decidió de manera sorpresiva, pero acertada, disminuir en 0.25 puntos porcentuales su tasa de interés de referencia para dejarla en 3.75% anual.

Esta acción da el mensaje de que la desaceleración económica que enfrenta México es mayor a lo que originalmente se pensaba y por ello el Banxico se suma en los esfuerzos para evitar una mayor caída de la actividad económica, no obstante que el mandato constitucional del Banco de México es únicamente el de preservar el poder adquisitivo de la moneda, o sea, controlar la inflación (la meta de inflación del Banxico es de 3% más/menos un punto porcentual).

El reconocimiento del Banxico sobre la debilidad que enfrentará la economía nacional queda de manifiesto en el Anuncio para la prensa emitido para informar su decisión de política monetaria, el cual textualmente señala lo siguiente:  “Por lo que se refiere a los riesgos para la inflación, en el corto plazo la posibilidad de que el debilitamiento de la actividad económica en México sea mayor y se prolongue más allá de lo esperado podría provocar presiones a la baja….Dadas las consideraciones anteriores y que el Banco de México anticipa que el mayor grado de holgura en la economía prevalezca por un periodo prolongado, junto con la expectativa de avances significativos en el fortalecimiento estructural de las finanzas públicas, la Junta de Gobierno ha decidido disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 3.75 por ciento.”

Esta decisión por parte del banco central mexicano es muy importante y debe aplaudirse, ya que le dará impulso a la planta manufacturera nacional evitando la sobrevaluación del peso al hacer menos atractivos los instrumentos financieros mexicanos.  Y es que en la medida en que baja la tasa de referencia disminuyen también las demás tasas de interés como las de los CETES y la TIIE, lo que desincentiva la entrada de capitales especulativos que así como entran rápidamente también se salen.

De esta forma, si los CETES a 28 días pasan de su nivel actual de 3.83% a supongamos 3.58%, pues habrá inversionistas que buscarán otros destinos que les paguen mejores intereses a sus capitales. La menor entrada de divisas al país ocasionará que el dólar esté más caro (en términos de pesos) y por lo tanto se acercará a su nivel de equilibrio de $13.90 pesos por dólar, de acuerdo a los diferenciales de inflación acumulados entre México y Estados Unidos de 1997 a la fecha.

El tener un tipo de cambio en niveles más competitivos es oxígeno puro para el sector manufacturero nacional, ya que los importadores podrán seguir recurriendo a trampas y prácticas ilegales para subvaluar su mercancía (y así no pagar correctamente sus impuestos), pero lo que no podrán evitar es pagar más pesos por los dólares necesarios para importar sus mercancías.

Por otra parte, los productos nacionales serán más baratos en términos de dólares, lo que impulsará nuestras exportaciones manufactureras no automotrices, las cuales apenas crecieron 0.4% en los primeros siete meses de este año respecto al 2012.

También se debe comentar que la decisión de bajar la tasa de interés de referencia beneficiará la economía, ya que al provocar que las demás tasas de interés bajen, pues todas aquellas personas o empresas que tienen créditos a tasa variable referenciados a la TIIE  estarán pagando menos intereses, lo que puede traducirse en más consumo e inversión.

Parece entonces que el Banco de México ha entendido que más allá de estar al pendiente de la inflación, es su responsabilidad (aunque no legal) el coadyuvar con la política monetaria generando las condiciones propicias para la creación de empleos y el aumento de la producción. Y dado que el gobierno federal está inactivo, simplemente esperando que se aprueben las reformas estructurales y que Estados Unidos se recupere para que podamos crecer, pues la medida tomada por el Banxico cobra aun mayor importancia.

México no puede esperar más para poder generar crecimiento propio.  La situación laboral del país es cada vez más complicada, y las estadísticas publicadas por el INEGI dan cuenta de ello. En el segundo trimestre de este año había en México una población ocupada de 49.549 millones de personas, mientras que los desocupados sumaron 2.607 millones. Esto implica que en el lapso de un año los ocupados crecieron en 269 mil personas, pero que los desocupados aumentaron en 122 mil. Cabe señalar que estos últimos son personas que no trabajaron ni una hora a la semana (ni siquiera lavando carros en la calle).   Por su parte, el número de subocupados se ubicó el segundo trimestre de este año en 4.228 millones de personas.

Es así que entre desempleados y subocupados hay en México al segundo trimestre de este año un total de 6.836 millones de personas, lo que representa el 13.1% de la población económicamente activa (PEA) del país.

Esto es muy importante porque la difícil situación económica y su impacto en el empleo traen aparejados graves problemas de tipo social, como lo son la desintegración familiar, delincuencia y emigración.

Con respecto a este último punto, cuando analizamos los datos laborales, aunados a las estadísticas del muy escaso crecimiento del PIB,  es cuando entendemos la causa del grave problema de emigración hacía los Estados Unidos. En este sentido el escritor Alejandro Hernández, autor del libro “Amarás a Dios sobre todas las cosas” señaló en Puebla apenas la semana pasada que debido al bajo crecimiento económico que ha presentado México durante este año (1%) se espera que se incremente el número de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos, lo que también podría aumentar el número de muertes de connacionales en la frontera norte del país (desde hace  19 años un mexicano muere cada día al intentar alcanzar el sueño americano).

Si México no es capaz de generar crecimiento económico por sus propios medios, y no atenido solamente a la aprobación de las reformas estructurales y al crecimiento de Estados Unidos, no será capaz de darle empleo a su gente. Mientras sigamos expulsando a millones de migrantes no nos ganaremos el respeto de nuestros vecinos del norte, y es que de acuerdo a la Oficina del Censo de EE.UU. unos 11.4 millones de mexicanos han emigrado hacía allá y entonces de ese tamaño ha sido el fracaso de nuestro modelo económico.

Como conclusión podemos señalar que el reto es gigantesco, y el Banco de México ha dado un paso en la dirección correcta al haber bajado la tasa de interés cuando ya prácticamente nadie lo esperaba. Estamos al pendiente de que el Congreso de la Unión haga lo propio aprobando las reformas estructurales que aumenten la competitividad de nuestra economía. El problema es ¿qué más hará el gobierno federal para reactivar la economía? No puede seguir como hasta ahora reteniendo el gasto público, obstaculizando y negando el apoyo a las Mipymes, negociando acuerdos internacionales sin cuidar los intereses de la industria nacional y esperando el milagrito de que se reactive la planta manufacturera estadounidense. Su responsabilidad es más alta por lo que  esperamos resultados en corto tiempo.

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Correo electrónico: alejandro@gaeap.com. Director General GAEAP*
Twitter: @alejandrogomezt
Página web: www.gaeap.com

Alejandro Gómez Tamez
Alejandro Gómez Tamez
Director General del Grupo Asesores en Economía y Administración Pública. Tel (477) 326-3633 http://alejandrogomeztamez.com/ En Twitter: @alejandrogomezt Visita nuestra página de internet: http://www.gaeap.com/

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