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viernes, abril 26, 2024

El superpeso y su impacto en las empresas

Al escribir estas líneas el tipo de cambio spot se ubica en $13.36 pesos por dólar, nivel que implica una disminución del precio del dólar en términos de pesos de -6.1% con respecto a la paridad del 5 de mayo de 2012. Esto es porque el tipo de cambio se ubicaba hace un mes en $14.2288 pesos por dólar y desde entonces ha bajado en 86 centavos de peso. Este porcentaje podrá no significar gran cosa para muchos lectores, pero si es relevante cuando se considera que en esa misma proporción han disminuido los ingresos en pesos por las ventas que se hacen en dólares por las exportaciones de nuestro país.

Para los importadores y personas que piensan vacacionar en el extranjero este verano, la apreciación del peso puede ser una buena noticia ya que los productos importados salen más baratos y las vacaciones en el extranjero también; pero para el grueso de la planta productiva nacional no son buenas noticias, ya que como lo hemos señalado en las últimas dos entregas, un peso fuerte perjudica a la planta manufacturera nacional al volver los productos locales más caros en relación al resto del mundo.

Hemos comentado que de acuerdo a los diferenciales de inflación acumulados entre México y los Estados Unidos desde 1997, el tipo de cambio peso-dólar de equilibrio se encuentra en $13.5247 pesos por dólar, lo que implica que un dólar en $13.36 pesos genera una sobrevaluación del peso de 1.18%. Este porcentaje es marginal, pero el gran problema para los fabricantes nacionales es que la tendencia indica que el dólar continuará depreciándose en términos reales y el peso apreciándose en la medida que el riesgo sistémico a nivel global baja.

De hecho los grupos de análisis y consultoría que son encuestados cada mes por el Banco de México, señalaron en su encuesta de junio de 2012 que esperan que el tipo de cambio se encuentre en un nivel de $13.22 pesos por dólar a finales de este año y en $13.09 pesos por dólar a final de 2013. De confirmarse estos pronósticos estaríamos hablando pues de que el peso estará sobrevaluado nuevamente en al menos un 5% por un periodo largo de tiempo.

Lo anterior, aunado al hecho de que México crece en su economía a una tasa más alta que sus principales socios comerciales, hace extremadamente probable que el superávit registrado en la balanza comercial en el periodo de enero a mayo de 2012 (el cual asciende a $2,688.1 millones de dólares) se convertirá en un déficit comercial en lo que resta del año. Esto no es poca cosa ya que bien podríamos terminar con un déficit comercial mayor al observado el año pasado, el cual fue de -1,467.7 millones de dólares, con el consecuente daño a la planta manufacturera nacional en la medida de que lo que se importa son bienes de consumo final.

Todo parece indicar que el Banco de México menosprecia el potencial del tipo de cambio como impulsor de la planta manufacturera nacional. Hemos dicho en múltiples ocasiones que si el tipo de cambio se encuentra en un nivel competitivo las exportaciones crecen y las importaciones limitan su crecimiento en beneficio de la mayoría de empresas nacionales. Y también hemos señalado que el Banxico puede influir en el tipo de cambio a través de la determinación de la tasa de interés. Si el banco central aumenta el circulante, entonces bajan las tasas de interés y eso provoca que el peso se debilite, provocando una menor entrada de divisas al país, debilitando al peso y todo esto en beneficio de los productores nacionales.

Y para ilustrar que lo anterior es cierto vale la pena retomar las declaraciones de Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, quien esta semana señaló en el caso de España (dado que no es posible que abandone el euro en estos momentos) lo siguiente:

“Lo que España necesita es un cambio en la política macroeconómica europea y que el Banco Central Europeo (BCE) compre bonos para reducir los tipos (de cambio). España tiene la desventaja de ser demasiado grande para ser rescatada al estilo de Portugal, pero tiene la ventaja de que si España no tiene éxito, el euro tampoco”.

Lo anterior nos dice en otras palabras que Krugman sugiere una devaluación del euro para que España, y la Unión Europea en su conjunto, salgan adelante. Nos dice que el Banco Central Europeo no tiene los recursos suficientes para un rescate financiero español, y por lo tanto la mejor alternativa es que compre bonos (inyectar liquidez en el mercado) de tal forma que el euro se deprecie para que así sea más competitivo y se reactive la planta manufacturera europea.

Y es que en palabra simples y llanas: España si pudiera devaluaría para recobrar la competitividad perdida, ser más barato, atraer más turismo y reactivar sus fábricas, contratar gente, disminuir el desempleo y así entrar en un circulo virtuoso de crecimiento del empleo, mayor recaudación fiscal y más producción. Pero lamentablemente España no lo puede hacer porque está atada al euro.

Lamentablemente parece que el Banco de México no ve esas cosas. No mueve su política económica para tener un dólar por encima de los $13.53 pesos por dólar (nivel de equilibrio) para de esa manera tener una moneda competitiva y por consiguiente una planta productiva en posibilidades de mayor expansión.

Para finalizar no queda más que señalar que es urgente la modificación constitucional de manera que el Banxico esté obligado a mantener una política monetaria que beneficie la creación de empleos y el aumento de la producción. El modelito de un banco central preocupado estrictamente por la inflación resulta anticuado cuando hay millones de personas en el desempleo, como es el caso de México.

 

Director General GAEAP
alejandro@gaeap.com

Alejandro Gómez Tamez
Alejandro Gómez Tamez
Director General del Grupo Asesores en Economía y Administración Pública. Tel (477) 326-3633 http://alejandrogomeztamez.com/ En Twitter: @alejandrogomezt Visita nuestra página de internet: http://www.gaeap.com/

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