Mucho se ha dicho sobre lo que el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) ha representado para nuestro país. Por un lado hay quienes lo critican severamente simplemente por ser un acuerdo comercial en el que están los Estados Unidos, y por otra parte hay quienes lo ven como un simple instrumento comercial más de nuestro país. La realidad es que este acuerdo comercial, que entró en vigor en 1994, es el más importante con el que cuenta México y gracias al superávit comercial que tenemos con los Estados Unidos es que podemos darnos el lujo de tener severos desequilibrios comerciales con naciones como China y Japón.
Analicemos pues nuestra relación comercial con la mayor economía del mundo. Comencemos señalando que tan sólo durante 2012 México exportó al mundo mercancías por un valor de $370.9 miles de millones de dólares (mmdd), de las cuales $287.8 mmdd tuvieron como destino Estados Unidos (un 77.6% de las exportaciones totales). Mientras que del total exportado a nuestro vecino del norte, el 13.8% correspondió a exportaciones petroleras, mientras que el 86.2% fueron no petroleras. Por su parte, en ese mismo año nuestras importaciones totales de todo el mundo ascendieron a $370.75 mmdd, de las cuales sólo $185.11 mmdd provinieron de Estados Unidos (el 49.9% del total), y de este total el 18.4% correspondieron a importaciones petroleras y el 81.6% fueron importaciones no petroleras.
Así, con estas cifras queda claro que Estados Unidos nos genera un superávit anual de $102.7 mmdd, cantidad enorme y lo suficientemente alta como para que nos podamos dar el lujo de haber registrado un déficit de -$51.2 mmdd con China en el año 2012, y que además podamos tener déficits comerciales con Europa y Japón de manera simultánea, manteniendo una balanza comercial en equilibrio.
Con estos datos llama la atención que muchas ocasiones sean analistas y políticos mexicanos los que pidan que se renegocié el TLCAN, aparentemente desconociendo que éste acuerdo es muy benéfico para México así como está. La realidad es que si se abriera el TLCAN a una renegociación el que las lleva de perder es México, ya que seguramente los Estados Unidos buscarían condiciones más benéficas para ellos y el superávit de México se achicaría. Y es que con un volumen total de comercio entre México y Estados Unidos de $472.9 mmdd en el año 2012 y que esto genere un superávit de más de $100 mmdd para una de las partes no es algo que se vea en muchas partes del mundo.
Dicho lo anterior vale la pena preguntarse ¿cómo ha evolucionado el comercio exterior entre México y Estados Unidos desde 1994 (año en el que entró en vigor el TLCAN)? Pues tenemos que en 1994 México exportó a nuestro vecino del norte mercancías por $51.6 mmdd, e importó de dicha nación mercancías por $54.8 mmdd, por lo que en dicho año tuvimos con dicha nación un déficit de -3.2 mmdd.
Es sorprendente como al cabo de 18 años hayamos revertido la situación al haber pasado de un défict moderado a un abultado superávit con Estados Unidos. Y es que esta evolución es el resultado de un incremento de las exportaciones de México a Estados Unidos de 457.6%, mientras que las importaciones de México provenientes de dicha nación aumentaron en 237.6%, por lo que se confirma que México ha sido el que más ha ganado de esta relación comercial.
Alguien podrá pensar que la relación entre México y Estados Unidos está basada en el petróleo, pero al realidad es que esto no es así. Si sustraemos el petróleo de la relación bilateral, tenemos que las exportaciones de México a nuestro vecino del norte crecieron en 437.5%, mientras que las importaciones de México provenientes de Estados Unidos crecieron en el mismo periodo en 185.5%. Esto significa que la tasa promedio de crecimiento anual de las exportaciones mexicanas totales a Estados Unidos fue de 10.0% y la tasa de crecimiento mensual de las exportaciones no petroleras fue de 9.8%. Por su parte, la tasa de crecimiento promedio anual de las exportaciones totales de Estados Unidos a México fue de 7.0%, mientras que la tasa de crecimiento de las exportaciones no petroleras de nuestro vecino del norte a México fue de 6.0%.
Estas tasas denotan un amplio dinamismo en la relación comercial, ya que son superiores a las del crecimiento de ambas economías en el mismo periodo, lo que indica una alta elasticidad ingreso a las exportaciones/importaciones provenientes de ambas naciones.
Más estadísticas podrían agregarse a este análisis, podríamos decir que México es la maquiladora de Estados Unidos y muchas cosas más, pero la realidad irrefutable es que México gana mucho de la relación comercial con Estados Unidos y está relación parece más y más benéfica para nuestro país cada año que pasa. Ante esto, y lo que el superávit comercial nos ayuda para financiar déficits con otras naciones se debe ser cautelosos y prudentes al exigirle a Estados Unidos una renegociación del TLCAN, no vaya a ser que perdamos las prebendas que tenemos ahora en día.
Pero de igual manera, este gran superávit que tenemos debe ser como una posesión preciada que se debe cuidar, y por eso debemos participar de manera inteligente en los tratados comerciales que decida firmar Estados Unidos, tales como el Tratado Transpacífico (TTP) y el próximo tratado comercial con la Unión Europea. Si nos quedamos dormidos seremos desplazados del mercado estadounidense con consecuencias nefastas para nuestro aparato productivo.
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