México tiene un reto gigantesco en materia de competitividad y empleo que sólo podrá ser abatido apoyando a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), ya que son éstas las que más empleos generan en nuestro país.
De acuerdo con información publicada por el INEGI, al tercer trimestre de 2012, en México había una Población Económicamente Activa (PEA) de 51,378,927 personas, de las cuales 48,732,252 estaban ocupadas y 2,646,675 estaban desocupadas. Por su parte, en el mismo trimestre se registraron 467,506 personas subocupadas que se encontraban buscando un trabajo adicional. Además de lo anterior, el INEGI reporta que la tasa de ocupación en el sector informal fue en el tercer trimestre de 2012 de 29.2 por ciento de la población ocupada, lo que representa unas 14,229,817 personas.
En materia de empleo formal tenemos que en el periodo de noviembre de 2006 a noviembre de 2012 (último dato disponible publicado por la STPS) el número de trabajadores registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aumentó en sólo 2,313,622 personas, lo que representa un magro aumento ya que el promedio anual fue de apenas 385,604 empleos formales, cifra evidentemente insuficiente al considerar que México debería estar creando al menos 1.5 millones de empleos formales al año tan sólo para dar cabida a las personas que cada año se integran al mercado laboral. Es por esta razón que uno de cada tres mexicanos trabaja en la economía informal.
Las anteriores cifras dan cuenta del enorme reto en materia laboral que tiene nuestro país, el cual de no enfrentarse de manera exitosa continuará siendo un factor que incida negativamente en los índices de marginación, pobreza y delincuencia; además de que como país no podremos aspirar a tener un mercado interno fuerte cuando existe tanta gente que pudiera estar devengando un ingreso y no lo está haciendo o éste es muy precario.
¿Qué puede hacer la autoridad federal para que haya una mayor creación de empleos en México? Sin duda existen muchas acciones por realizar, las cuales van desde abatir los índices de delincuencia, incentivar la innovación empresarial, tener una política fiscal que incentive la inversión empresarial y la contratación de personal, eficientar el gasto público, ampliar las compras gubernamentales a más empresas, procurar una inserción más inteligente en los mercados globales sin entregar nuestros mercados nacionales a los extranjeros a cambio de nada, combatir las prácticas desleales e ilegales de comercio internacional y evitar la subvaluación en aduanas de los productos importados; sin embargo, hay algo más que es crucial para el empleo en México y eso es apoyar decididamente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
¿Por qué las mipymes son tan importantes? De acuerdo con el Censo Económico de 2009 del INEGI (cifra oficial más reciente), en nuestro país hay 5,144,056 empresas, de las cuales el 95.2% (4,8 millones) son microempresas, el 4.3% (221,194) son pequeñas empresas, el 0.3% (15,432) son medianas y solamente el 0.2% (10,288) son grandes firmas. Y con respecto al empleo, tenemos que las microempresas emplean al 45,6% de todos los trabajadores, las pequeñas al 23,8%, las medianas al 9,1% y las grandes al 21,5%.
Así pues, con estos datos vemos que el grueso de los empleos en este país (el 78.5%) son creados por las mipymes, y por lo tanto es a éstas empresas a las que se debe apoyar con políticas tendientes a mejorar sus ventas con compras gubernamentales, brindarles equipamiento y tecnología, acceso al crédito, capacitación y demás factores que coadyuven a hacerlas más competitivas.
Lamentablemente el modelo económico que ha seguido México en los últimos años no ha privilegiado a las mipymes, sino a las grandes empresas protegiéndolas de la competencia y permitiendo que tengan beneficios extraordinarios. Y como muestra estás los grandes negocios y beneficios que obtienen sectores protegidos como las telecomunicaciones, aeronáutica, banca, automotriz, televisión, entre otros.
La política seguida hasta ahora no ha sido la correcta, ya que mientras se cierra la frontera a la mportación de autos usados, los productos que producen las mipymes están prácticamente abiertos a la competencia global y padecen la inoperancia del gobierno federal que salvaguarde los intereses de la industria evitando prácticas desleales e ilegales de comercio; pero como ya se mencionó, en los sectores “consentidos” hay privilegios y barreras a la entrada de nuevos competidores, lo cual permite a estas empresas beneficiarse a costa de los bolsillos de los mexicanos. Y como muestra tenemos al hombre más rico del mundo en el sector de las telecomunicaciones.
Un ejemplo adicional de cómo estos privilegios sangran las finanzas de los mexicanos (hogares empresas), lo tenemos con los resultados del sector bancario en el 2012.
De acuerdo con un reporte divulgado el miércoles 30 de enero por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la banca privada que opera en México cerró 2012 con un monto histórico de utilidades, ya que el conjunto de instituciones del sistema logró ganancias netas el año pasado por 87,126.2 millones de pesos, lo que representa un 20.6 por ciento más de lo que ganaron en el año 2011, además de ser la cifra de ganancias más altas de la historia.
Y así sucede con muchos más sectores económicos privilegiados por el gobierno, mientras que las mipymes, que son las verdaderas generadoras de empleo en México son echadas a su suerte, y lo que es peor aún es que si están legalmente constituidas viven bajo el acecho permanente del Seguro Social, Infonavit, SAT, Secretaría de Trabajo, y demás dependencias gubernamentales que en lugar de apoyarlas les ponen obstáculos para su desarrollo.
Así pues, deben quedar muy claro que urge un cabio en la política económica de este país y se debe replantear el camino que debe transitar este país en los próximos años. Y es por ello que se debe aplaudir la creación de nuevas instituciones como el Instituto Nacional del Emprendedor, pero también se debe reconocer que no sólo basta con crear nuevas empresas con los emprendedores, sino que es fundamental apoyar a los negocios ya existentes para que puedan crecer y desarrollarse creando más y más empleos bien remunerados que ayuden a abatir el rezago de millones de empleos que hacen falta en el país.
Director General GAEAP*
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