Durante la semana que concluye tuvimos la visita a México del ministro de Comercio de la República Popular China, Chen Deming, quien señaló que ahora existen alrededor de 100 empresas de su país interesadas en invertir en nuestro país.
¿Es esto una buena noticia para México? En principio parecería que si, pero la realidad es que no lo es tanto, ya que al paso de los años nos hemos dado cuenta de que la única clase de negocios que verdaderamente le importa a los chinos consiste en que nosotros les compremos los productos que ellos fabrican.
Y es que la realidad muestra que a China jamás le ha interesado invertir en México, y para probar esto tenemos que de acuerdo a cifras oficiales publicadas por el INEGI, en el año 2010 (último año con información disponible en su portal de internet) China invirtió en México 6.3 millones de dólares (mdd). ¡Si, solamente seis millones de dólares! Y si analizamos un periodo de tiempo más largo podemos observar que entre el año 2000 y el 2010 China invirtió en México un neto de 139.7 mdd. Obviamente que estas cifras son insignificantes cuando tomamos en consideración el tamaño de las economías de China y México, y sobre todo cuando vemos que nuestro país recibió 19 mil 626.5 mdd de inversión directa de todo el mundo tan sólo en el año 2010.
Así que difícilmente podemos creer que ahora a China si le interesa invertir en México. La realidad es que como estrategia para la creación de empleos en China, a dicha nación sólo le interesa exportar a México, como muestran las alarmantes cifras que a continuación presentaré.
Revisemos un poco la historia. De acuerdo a cifras publicadas por el INEGI, en el año 2000 México le exportó a China bienes por un monto de 203 millones 592 mil dólares, y en ese mismo año México le compró a China mercancías por 2 mil 879.6 mdd, lo que implicó que en ese año tuviéramos un déficit en nuestra balanza comercial con dicha nación que ascendió a -2 mil 676.0 mdd.
En el año 2001 China entró a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y nuestro desequilibrio comercial con dicha nación asiática se disparó de forma descomunal, de tal forma que para el año 2006 nuestras exportaciones a China sumaron tan sólo 1 mil 688.1 mdd, mientras que nuestras importaciones de aquella nación fueron de 24 mil 438.2 mdd, lo que implicó un déficit en el año 2006 de -22 mil 750.1 mdd.
De esta forma, entre el año 2000 y el 2006 nuestro déficit anual con China se multiplicó por 8.5 veces en perjuicio del empleo y la planta productiva nacional. Pero lo peor estaba aun por venir como veremos a continuación:
En el año 2011 México le exportó a China bienes por 5 mil 965.1 mdd, de los cuales 1 mil 366.2 mdd fueron exportaciones petroleras. Pero el problema surge porque en ese mismo año México importó bienes de China por un monto de 52 mil 248.0 mdd, lo que nos ocasionó un déficit comercial en ese sólo año que ascendió a -46 mil 282.8 mdd. Esto implica que entre el 2006 y el 2011 nuestro desequilibrio comercial con China se duplicó nuevamente en perjuicio de la planta productiva y el empleo nacionales.
¿Y como pinta el 2012? Podemos decir que terriblemente mal. En los primeros dos meses de este año exportamos a China bienes por 897.9 mdd, pero importamos de dicha nación mercancías por 8 mil 399.3 mdd, lo que nos ocasionó que en el primer bimestre de 2012 tengamos ya un desequilibrio comercial con China que asciende a -7 mil 501.4 mdd. Esto implica que las importaciones provenientes de dicha nación asiática muestran un aumento de 17.5 por ciento en los dos primeros meses de este año, mientras que en el mismo periodo nuestras exportaciones a dicha nación sólo crecieron en 8.3 por ciento, así que podemos esperar un mucho mayor deterioro en nuestra balanza comercial con China.
Así, a manera global podemos comentar que en el periodo de enero del año 2000 a febrero de 2012, México le ha vendido a China bienes por 23 mil 117.4 mdd, mientras que en ese mismo periodo les hemos comprado mercancías por 282 mil 308.2 mdd, lo que implica que tuvimos un déficit en la balanza comercial acumulado de -259 mil 190.8 mdd en los últimos doce años. Y eso es con el problema de subvaluación que tenemos en las aduanas mexicanas, claro que si los importadores mexicanos registraran el valor real de la mercancía china pues los datos para México serían aun más escandalosos.
Así pues, podemos ver como hemos sido inundados de productos chinos y como esto se ha traducido en pérdida de empleos y cierre de empresas en la industria manufacturera nacional. Y esto no ha sido acompañado de inversiones chinas en México, y muestra de ello es que en el periodo del año 2000 al 2010 México solo obtuvo de China 139.7 mdd, como ya se mencionó.
¿Entonces cuales son las intensiones de China? Claro que consisten en seguirnos vendiendo sus productos hechos en China. No nos confundamos, los chinos tienen un grave problema para darle empleo a toda su población, por lo que difícilmente invertirán fuera de sus fronteras. Su prioridad está allá y será allá en donde sigan construyendo fábricas.
Lamentablemente nuestras autoridades federales de México le han comprado el discurso a China y no han sabido negociar con ellos una relación comercial más equilibrada. Parece que les tienen miedo, siendo que el que tiene el poder de negociación somos nosotros. ¿Por qué digo eso? Pues es muy sencillo: imaginemos que por alguna mágica razón se suspendiera el comercio China-México, pues es claro que perdería más China ya que ellos nos venden a nosotros casi nueve veces más de lo que nosotros les vendemos a ellos. Pero esto no lo ven nuestras autoridades.
China es una nación que no obedece las reglas de mercado y ha sido recurrentemente acusada de prácticas desleales e ilegales de comercio, y es en base a esto que mantiene superávits comerciales con todo el mundo, pero el que tiene con México es más que excesivo.
Esperemos que el próximo titular del Ejecutivo Federal y el siguiente Secretario de Economía entiendan esto, y que tengan la voluntad de establecer una relación comercial con China que sea benéfica para la industria manufacturera nacional.
Director General GAEAP*
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