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viernes, abril 26, 2024

Las causas de la desaceleración económica

La teoría económica nos muestra que el crecimiento económico de un país depende de que diversas variables estén alineadas correctamente. Desde luego que hay variables endógenas (de las cuales si tenemos control) y variables exógenas (las cuales no podemos controlar). Ejemplos de variable endógenas son la oferta monetaria, la cual es controlada desde el Banco de México, o bien el nivel de inversión pública que es controlada desde el gobierno. Por su parte, ejemplos de variables exógenas son la determinación de las tasas de interés en Estados Unidos o bien, el nivel de gasto público en Europa. Como puede verse, nosotros como mexicanos podemos controlar las primeras (endógenas), pero no las segundas (exógenas) en aras de lograr un mejor desempeño económico.

Es en este tenor que el 31 de mayo nos enteramos por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de una noticia que debe preocuparnos porque denota que parte de la actual desaceleración económica que vivimos en México tiene un componente endógeno ocasionado por el sector público. Resulta que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), en el comparativo del primer trimestre de 2012 y el mismo trimestre de 2013 el valor de la producción de este sector cayó -1.7% en términos reales; lo cual se derivó de un aumento de 4.2% en la obra llevada a cabo por el sector privado, y de una caída de -7.2% en la obra pública.

Cabe destacar que la estrepitosa caída en la obra llevada a cabo por el sector público no necesariamente es atribuible al gobierno federal, ya que también pudo haber retrocesos en la obra pública llevada a cabo por gobiernos estatales y municipales, tanto en la administración pública centralizada como en la descentralizada. Pero lo que es una realidad es que en el primer trimestre de 2012 el sector público nacional generaba el 51.6% de toda la obra en el país, mientras que en el primer trimestre de 2013 sólo genera el 48.7% de toda la obra en el país.

Decimos que estos datos son malas noticias para la economía porque vemos que el gobierno está dejando de invertir en infraestructura, y esto incide en que la desaceleración económica sea aún más pronunciada, a tal grado de que el crecimiento anualizado del PIB fue de apenas 0.8% en el primer trimestre de 2013. Por lo que el argumento en el sentido de que esta desaceleración es exclusivamente por culpa del débil crecimiento de Estados Unidos no tiene razón de ser.

Esto cobra sentido al considerar que el jueves 30 de mayo se dio a conocer el dato revisado de crecimiento del PIB en Estados Unidos en el primer trimestre de este año y éste fue de 2.4%. Una tasa que si bien no es espectacular, si es bastante aceptable ya que es tres veces superior a lo que creció México y contrasta con la recesión que se vive en las naciones de la Unión Europea.

No obstante lo anterior, es importante reconocer los problemas que enfrenta México en materia de comercio internacional, ya que de acuerdo al INEGI en el periodo del primer cuatrimestre de 2012 al mismo cuatrimestre de 2013 las exportaciones totales de México crecieron solamente 0.6% y que las exportaciones manufactureras no automotrices se elevaron apenas 0.1%. Por su parte, en cuanto a las importaciones totales de México, éstas crecieron en el mismo periodo en 4.3%, mientras que las importaciones de bienes de consumo no petroleras se elevaron un dramático 15.1%.

Resulta evidente que si en 2012 tuvimos una balanza comercial prácticamente en equilibrio, pues el hecho de que en los cuatro primeros meses de este año las exportaciones mexicanas apenas hayan crecido 0.6%, mientras que las importaciones se elevaron en 4.3% (y las de consumo en 15.1%), pues forzosamente se tuvo que haber dado un desplazamiento de la producción nacional en favor de los bienes producidos en otras naciones, en especial en China.

Y cómo no van a aumentar las importaciones de México y estancarse nuestras exportaciones si el precio del dólar (expresado en pesos mexicanos) promedio de los cuatro primeros meses de 2013 es 3.2% más bajo que el de hace un año, lo cual ha restado competitividad a nuestros productos; y aunado a lo anterior, pues no hay que olvidar el nefasto legado de la Administración de Felipe Calderón con la última etapa de la baja arancelaria de entre 5 y 10 puntos porcentuales a los aranceles de cientos de productos de consumo final, la cual se llevó a cabo a partir del 1 de enero de 2013. Estos dos hechos le han causado grandes problemas a la planta productiva nacional, y ahí están las estadísticas para soportar lo dicho.

Así pues, no le echemos la culpa nada más a Estados Unidos por lo que está pasando en materia de comercio exterior. Pensemos en el grave error que representó bajar nuestros aranceles unilateralmente a la importación de bienes de consumo final sin que hubiera una contraprestación por parte de otras naciones y sin que antes hubiésemos mejorado nuestra competitividad como país. Pensemos además en que los problemas en la balanza comercial se deben a que tenemos una política monetaria restrictiva tendiente a mantener elevadas las tasas de interés (en comparación al resto del mundo) para así fortalecer al peso en aras de controlar la inflación a través de importaciones baratas, las cuales matan miles de empleos nacionales ya que sale más barato comprar lo hecho en otros países contribuyendo así a la creación de empleos en otras naciones y no en México.

Más allá del importante tema del comercio exterior, vale la pena volverse a preguntar por qué México se está desacelerando. Ya mencioné el tema de la caída en la inversión en obra pública por parte del sector público de -7.2% en el primer trimestre del año y también ya mencioné lo que sucede con el sector externo. Pero también subsisten otros factores que nos están golpeando como la debilidad del mercado interno, lo que puede ser medido a través de la caída del Índice de ventas netas al por menor en términos reales, la cual fue de -1.1% anualizado en el primer trimestre de este año; mientras que el Índice de ventas netas al por mayor en términos reales se contrajo -7.2% en el mismo periodo.

Hemos señalado que la debilidad del sector comercio tiene dos orígenes principalmente: por un lado hay un sobre endeudamiento de las familias mexicanas (con las tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, créditos a la nómina, créditos automotrices y abundancia de casas de empeño a lo largo y ancho del país), y por otro lado el problema de la inseguridad pública hace que las personas no acudan a los establecimientos comerciales.

Desde luego que la debilidad del comercio interno se suma a la problemática del sector externo incidiendo negativamente en la actividad manufacturera, la cual se contrajo en -1.6% anualizado en el primer trimestre de este año, habiendo solamente 7 subsectores de actividad en crecimiento y 14 con retrocesos.

¿Ante todo lo anteriormente expuesto qué debemos hacer?, pues resulta claro que debemos tomar control de las variables endógenas y debemos dejar de culpar a las variables exógenas por las cosas malas que suceden como el “débil” crecimiento en Estados Unidos y la recesión en Europa (y el impacto de esto en el precio internacional del petróleo).

En este sentido se vuelve fundamental que el gobierno reactive el gasto público e invierta en obra pública al menos a los niveles observados el año pasado. Es necesario seguir insistiendo en que el Banco de México ajuste su política monetaria y baje una vez más las tasas de interés para que el tipo de cambio se quede por arriba de los $13 pesos por dólar. También se deben dar mayores recursos para instancias como el Fondo PYME y Proméxico en aras de que las micro y pequeñas empresas reciban apoyos que las vuelvan más competitivas y las ayuden a incursionar en mercados mundiales. Finalmente, es indispensable tener una visión clara de que el tema de inseguridad pública será más fácil resolverlo si hay creación de empleos, por lo que deben cuidarse a las mipymes existentes (y no sólo preocuparse por crear nuevas), las cuales son las principales creadoras de fuentes de trabajo en México.

 

Correo electrónico: alejandro@gaeap.com. Director General GAEAP*
Twitter: @alejandrogomezt

Alejandro Gómez Tamez
Alejandro Gómez Tamez
Director General del Grupo Asesores en Economía y Administración Pública. Tel (477) 326-3633 http://alejandrogomeztamez.com/ En Twitter: @alejandrogomezt Visita nuestra página de internet: http://www.gaeap.com/

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