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jueves, abril 18, 2024

Frente a amenazas de Trump, Nuevo Pacto Social para reconducir al país

Ante las nuevas amenazas de Donald Trump hacia México, cuando la unidad nacional es necesaria, se hace evidente el costo de la polarización y confrontación en la que se ha empeñado el Ejecutivo Federal Mexicano contra diversos sectores sociales desde que asumió el poder.

Como nunca había sucedido en estos primeros seis meses, los personeros del gobierno mexicano buscaron el apoyo de otros poderes y grupos de la sociedad para  enfrentar la embestida del presidente estadounidense.

Pues con el pretexto del holgado triunfo que obtuvo el 1 de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador ha redoblado su estrategia de descalificación contra quienes lo precedieron en el gobierno y quienes se atreven a cuestionar sus políticas, iniciativas, y ocurrencias.

Ha descalificado a intelectuales, columnistas, medios de comunicación, empresarios, políticos y organizaciones civiles, acusándolos de corruptos.

Ha tomado decisiones, como la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, el despido de cerca de 150 mil burócratas, el recorte de presupuesto a políticas y programas públicos estratégicos – la investigación, cultura, salud, y educación, entre otras-; que le han concitado el reclamo unánime de varios grupos sociales por las implicaciones desastrosas que han tenido.

De hecho, la amenaza de Trump se da en el contexto de dos semanas en las que el gobierno tomó decisiones erráticas frente a la crisis de la contingencia ambiental y del sector salud, producto la primera de los incendios forestales y en ambos casos por los recortes de recursos públicos y la retención de las asignaciones presupuestales.

Es por ello, que no conviene polarizar al país. Lo prudente y pertinente es que el Gobierno Federal, como representante de todas y todos los mexicanos, sea cuidadoso en su lenguaje y concilie los intereses del conjunto de las y los mexicanos.

Cierto es que México tiene muchos pendientes que atender en su relación bilateral con Estados Unidos, en donde el tema de la migración no debe, ni puede ser ignorado. Y es que el problema de fondo está relacionado con el hecho de que la migración se quedó fuera primero de la negociación del Tratado de Libre Comercio y después de la nueva versión, el T-MEC.

A todas luces este error ha tenido consecuencias. Era previsible que el aumento del intercambio comercial, de divisas, transporte, movilidad de empresas y fortalecimiento de la economía de Norteamérica provocaría una movilización de personas, por la vía legal o ilegal, en busca de mejores condiciones de vida.

Ahora, Estados Unidos responsabiliza de la ola migratoria a México y pretende obligarlo a controlar, por la vía de la fuerza,  las caravanas de centroamericanos y de otros países que fundaciones de Norteamérica apoyan e impulsan aprovechándose de las condiciones de marginación, pobreza y violencia que se viven en Centroamérica.

 

Pero el Gobierno Mexicano no podrá enfrentar esta nuevo ataque de Trump dándole la vuelta o con gestos de buena voluntad, amor y paz. Eso no resultará frente a un presidente estadounidense cuya política exterior está basada en la imposición y en la confrontación. Mucho menos ahora que busca la reelección y que de nueva cuenta utiliza la xenofobia para capitalizar el voto en su favor.

El Ejecutivo Federal requiere implementar una política exterior mucho más firme, pero para ello necesita el apoyo de la diversidad de sectores, actores y fuerzas políticas del país. Pero eso, no lo podrá lograr dividiendo, descalificando y confrontando.

Por eso insisto en la necesidad de convocar a un Nuevo Acuerdo Social que permita no sólo llamar a la unidad y apoyar al gobierno, sino, principalmente, reconducir al país. Un acuerdo que genere las condiciones para una nueva relación política con todos los  poderes, los gobernadores y presidentes Municipales; partidos políticos y organizaciones sociales.

El objetivo debe ser impulsar una nueva Reforma Fiscal y Hacendaria que modifique el papel y la relación entre la federación y los estados, que fomente el empleo, fortalezca la economía y la industria, replantee políticas públicas prioritarias, como la seguridad social; y combata la inseguridad, impunidad, corrupción, desigualdad y pobreza, entre otro aspectos.

El gobierno de Andrés Manuel es producto de un gran respaldo social. Pero éste no fue un cheque en blanco. Muchas decisiones han tenido un costo muy alto para el país y las y los mexicanos. De concretarse, por ejemplo, la amenaza de Trump, podría tener serias consecuencias  para la economía del país. De entrada el dólar ya superó los 20 pesos y con ello, los costos de los productos que importamos y la deuda nacional.

Frente a estos nubarrones, ha llegado el momento de rectificar, no sólo para enfrentar las presiones norteamericanas, sino para proteger el bienestar de todas y todos los mexicanos. De otra manera, el anhelo del cambio  puede no tener un buen desenlace.

Miguel Alonso Raya
Miguel Alonso Raya
*Miguel Alonso Raya es profesor, militante por las causas de la Educación Pública, la Seguridad Social, el Sindicalismo y el Partido de la Revolución Democrática.​ Ex diputado federal. ​Twitter: @AlonsoRaya_

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