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jueves, abril 18, 2024

Gobernanza efectiva y democrática

Los gobiernos locales (municipales) y sus instituciones son los más próximos a los ciudadanos y sus necesidades. Las decisiones que toman en ejercicio de su autoridad, impactan significativamente nuestras formas de vida. Son los gobiernos locales los que van dictando el rumbo de la ciudad en la que vivimos: la calidad del agua potable que llega a nuestras casas, la seguridad de nuestros barrios, la cercanía de parques, bibliotecas, escuelas, entre otros.

Por el contrario, un deficiente ejercicio de facultades y obligaciones de los gobiernos locales, impacta de manera tangible en nuestra calidad de vida: la pureza del aire que respiramos, la contaminación por ruido de fábricas cerca de zonas habitacionales, la falta de alumbrado público y sus consecuencias negativas en la seguridad, lo inseguridad vial que representa utilizar una bicicleta como medio de transporte, etc.

Esa proximidad que tenemos con los gobiernos locales, generada a partir de los servicios públicos que representan para nosotros medios vitales de subsistencia, se lleva a través de un diálogo entre autoridades y ciudadanos. Diálogo en el que los primeros escuchan y comprenden las necesidades, y los segundos participan proactivamente en su desarrollo.

Lo cierto es que dicho diálogo pocas veces ocurre. En su mayoría, en el ejercicio de esa gobernabilidad local no existe una comunicación que permita la manifestación de las opiniones en la toma de decisiones del poder público. El diseño de una calle pocas veces sucede con la participación de los vecinos. Su diseño atiende al número de vehículos que circulan o a la nueva empresa que en el lugar se va asentar, más no al número de personas con discapacidad que se encuentran en la colonia o a las necesidades de transporte que generalmente utilizan los habitantes del lugar.

Ese diálogo que posibilita la participación ciudadana, es la Gobernanza. Es entendida como una labor conjunta del gobierno y sus ciudadanos, que permite definir objetivos sociales comunes, tomando en cuenta que por sí solos los gobiernos no pueden hacer frente a cuestiones públicas complejas.

La Resolución 21/3 del 20 de abril del 2007, aprobada por el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), señala que “La participación mediante la inclusión y el empoderamiento de los ciudadanos debe ser un principio fundamental de la adopción de decisiones, su puesta en práctica y seguimiento a nivel local.

Así mismo, dicho documento, que además lleva como título “Directrices internacionales sobre descentralización y fortalecimiento de las autoridades locales”, en cuanto a la gobernanza y los créditos que contratan los gobiernos locales dispone que “Las autoridades locales, para mejorar su solvencia, deberían: a) Garantizar una gobernanza participativa y, mediante consultas apropiadas, asegurarse de que la población apoye los proyectos para los que se solicitan créditos.”.

El contenido del concepto de Gobernanza, sus alcances o metas, los podemos encontrar en el Plan de Acción Regional para la Implementación de la Nueva Agenda Urbana para América Latina, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Para la CEPAL, el concepto de Gobernanza resulta da tal importancia, que lo eleva a grado de Principio rector en la aplicación de la Nueva Agenda Urbana, denominándolo “Gobernanza efectiva y democrática”. Señala el documento que dentro de los resultados estratégicos que deben los gobiernos locales alcanzar, se encuentra el logro de:

 

  • Mecanismos de participación pública y acción cívica robusta y flexible;
  • Estructuras de gobernanza que permitan entablar procesos de colaboración con los distintos actores del desarrollo urbano;
  • Procesos de inclusión en la formulación de políticas públicas y toma de decisión, haciéndolos participativos, colaborativos y transparentes.
  • Aumento del sentido de pertenencia y de responsabilidad a través de una gobernanza democrática;
  • Prevención contra la segregación y desigualdad a través de los marcos institucionales;
  • Fomento a la participación y liderazgo para que sean representativos de los diversos actores y perspectivas presentes en el territorio; entre otros.

La Gobernanza urbana efectiva y democrática entonces, implica alejarse de posturas rígidas asociadas al concepto de Gobernabilidad, en las que el gobierno se asume exclusivamente como aquel gobierno legítimo que por sí solo tiene las capacidades y competencias necesarias para otorgar soluciones a la sociedad.

Por el contrario, la Gobernanza urbana efectiva y democrática, construye, a través de un diálogo sincero, ciudadanos informados capaces de tomar las mejores decisiones para sí y para su entorno, alejándolos de ser la perpetuación de una población mal controlada e ignorante, trienio tras trienio.

 

Martín Barajas Torrero
Martín Barajas Torrero
Becario de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para el Programa de Estudios en Derechos Humanos y Políticas Públicas. Consultor en Ordenamiento Sustentable del Territorio. Abogado litigante en derecho administrativo. Incansable observador urbano, construyendo ciudades proveedoras de bienestar. martinbarajastorrero@gmail.com

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