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sábado, abril 20, 2024

Guanajuatianguis

La runfla que compone el funcionariado municipal guanajuatense ha dado un nuevo campanazo de su desfachatez: en una patrulla de la policía, a torreta abierta, llegaron al estadio de León para echarse en un palco el partido de la semifinal. ¡Y lo presumieron! El uso de los recursos públicos al servicio de los caprichos.

Se demuestra que el decoro o el recato no son lo suyo. Pero la inteligencia mucho menos.
Nuestro presidente municipal saltó a la fama pública por no desear al pobrerío que llega a visitar la ciudad; él aspira a tener gente de lana que venga a sus hoteles, coma en sus restaurantes y se deje esquilmar, eso que llaman escandalosamente “derrama”.

Lo que está en el fondo de esas actitudes es un profundo desprecio por la población, por la ciudad y por la función pública. El poder que pelearon electoralmente sirve solo para su usufructo personal, los habitantes nomás son electores y contribuyentes, y, sobre todo, la pobreza característica de la vieja ciudad minera les fastidia. En sus ensoñaciones prefieren ver a Guanajuato llena de negocios de cuates: antros, ruido y fiesta continua como excusa y escape de la realidad.

No por nada se montan día a día toda clase de mercaderías en las calles, disfrazadas de promoción turística: tianguis de lo que se les venga en gana, cobrado metro por metro, amontonando fechas y programas pueriles y banales. No hay mes que Guanajuato no tenga un “festival” de lo que sea; el chiste es llenar de gente, amontonarla y sacarle toda la lana.

Los habitantes huyen de la ciudad, de la política y de la responsabilidad ante esos actores de sí mismos.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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